Desde el punto de vista de Iván Daniel Jaramillo Jassir, las reglas estructurales del sistema pensional no han logrado un consenso entre los actores políticos, financieros, laborales y académicos, lo que ha determinado el naufragio de las diferentes iniciativas propuestas para una posible reforma en este aspecto.
Desde el punto de vista de Iván Daniel Jaramillo Jassir, las reglas estructurales del sistema pensional no han logrado un consenso entre los actores políticos, financieros, laborales y académicos, lo que ha determinado el naufragio de las diferentes iniciativas propuestas para una posible reforma en este aspecto.
Iván Daniel Jaramillo Jassir, docente principal de la facultad de jurisprudencia de la Universidad del Rosario y miembro del observatorio laboral de esta institución, explica que la propuesta de aumento e igualación de edades debe ser evaluada, ya que comparando los efectos de esta medida frente a la expectativa de vida en el régimen de ahorro individual, la iniciativa determina para las mujeres mayores exigencias de acumulación de capital para acceder a la pensión de vejez.
Los costos políticos de una reforma pensional son mayúsculos, al igual que las propuestas de revisión. Por otra parte, las reglas paramétricas o estructurales del sistema pensional no han logrado consensos entre los actores políticos, financieros, laborales y académicos que han determinado el naufragio de las diversas iniciativas que se han propuesto para la reforma pensional.
La reforma debe centrarse en la corrección de las disfuncionalidades en materia de sostenibilidad financiera, equidad y cobertura que se demuestra con el porcentaje de afiliados cotizantes al sistema pensional de sólo un 30% de la población ocupada. El principal desafío para la corrección de los problemas del sistema pensional pasa por la formalización laboral que constituye el eje del sistema pensional.
El déficit de cobertura no sólo determina la desigualdad en materia de población amparada, cuando se habla de contingencias de invalidez, vejez y muerte, sino que representa un problema de financiación del régimen de prima media que demanda aumento en las tasas de ocupación con formalización que permitan fortalecer las reservas para el pago de las prestaciones que derivan de las cotizaciones de los trabajadores formales.
En realidad el 25% de pensionados de Colpensiones devengan entre 1 y 2 salarios mínimos, de manera que los denominados subsidios del régimen de prima media no son exclusivos de los afiliados con mayor capacidad de ahorro. Para corregir estas disfuncionalidades se debe reformar estructuralmente para adoptar un sistema de pilares que elimine la competencia entre el Régimen de Prima Media y el Régimen de Ahorro Individual.
En el año 2014 las edades pensionales en el Régimen de Prima Media fueron aumentadas a 57 años mujeres/ 62 hombres. La propuesta de aumento e igualación de edades debe ser evaluada, considerando los efectos de la referida medida contrastando los efectos de la expectativa de vida en el régimen de ahorro individual que determina para las mujeres mayores exigencias de acumulación de capital para acceder a la pensión de vejez.