Olivia Mitchell identifica el bajo ahorro y los factores políticos como riesgos para los sistemas de pensiones.
Carlos Noriega ve la brecha de género como un obstáculo, ya que las mujeres tienen menores sueldos y más informalidad.
Santiago Montenegro pone la lupa sobre la informalidad laboral.
Olivia Mitchell identifica el bajo ahorro y los factores políticos como riesgos para los sistemas de pensiones.
Carlos Noriega ve la brecha de género como un obstáculo, ya que las mujeres tienen menores sueldos y más informalidad.
Santiago Montenegro pone la lupa sobre la informalidad laboral.
Durante la realización del 14.º Congreso FIAP Asofondos, Olivia Mitchell, directora ejecutiva del Consejo de Investigación Pensional de Wharton, habló sobre los riesgos que enfrentan los sistemas pensionales en el mundo y entregó algunas recomendaciones.
Mitchell identificó el bajo ahorro, la informalidad y factores políticos como algunos de los principales riesgos para los sistemas de pensiones:
Pueden existir expropiaciones y falta de transparencia cuando los gobiernos controlan los activos de pensiones y no son transparentes; a veces incluso hay fraude y desconfianza pública.
También resaltó la importancia de mantener “políticas monetarias y fiscales estables, aunque en tiempos de pandemia ha sido difícil”.
Sobre la mayor longevidad de las personas, uno de los riesgos más grandes para los sistemas de pensiones en el mundo, ha dicho que estudios muestran que:
Hay capacidad sustancial para trabajar más, ya que hay probabilidad de vivir hasta 94 años en hasta el 64 % para uno de los miembros de una pareja; esto muestra la necesidad de las rentas vitalicias para vivir bien.
Para ella, los sistemas de reparto –régimen público de prima media– enfrentan insolvencia ante mayor longevidad de trabajadores y bajas tasas de fertilidad. “Los principales perjudicados serán las siguientes generaciones”, dice.
Carlos Noriega, exdirector de pensiones de la secretaria de Hacienda de México, por su parte, identificó las brechas de género, ya que “las mujeres tienen menores sueldos, más rotación, más informalidad”.
Alejandra Cox, presidente de la Asociación AFP Chile, aseguró que en su país se sienten los efectos de los cambios por la tecnología hacia nuevas formas de trabajo y señaló que muchas personas se han independizado “y no se incorporan de forma adecuada a la seguridad social. En Chile no es obligatorio por ley y no está en la cultura de las personas”.
Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, llamó la atención sobre el envejecimiento de la población, de modo que hoy solo hay la mitad de los jóvenes que había hace 50 años por cada adulto mayor y “si le sumamos la informalidad, esa relación hoy no es 5.4 sino solo 1.9 trabajadores activos formales por cada pensionado. A mediados de sigo solo será 1 a 1”.
Para los analistas es fundamental tener nuevas normativas y condiciones acordes con las nuevas realidades laborales con el fin de: