Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

«Falta un gremio más articulado que cuestione los cambios que se introduzcan en la profesión»


«Falta un gremio más articulado que cuestione los cambios que se introduzcan en la profesión»
Actualizado: 5 marzo, 2020 (hace 4 años)

Aquí hablaremos sobre...

  • Sí hay crisis en organismos de la profesión
  • Gremio más articulado y que se cuestione
  • Lupa de la JCC y sanciones
  • Situación salarial para los contadores

Para Jeisson Ramírez, se requiere una intervención del ministerio que permita buscar salida a los conflictos existentes al interior de la JCC y que afectan al gremio contable.

JCC debe intensificar el tema sancionatorio, tanto en el número de sanciones por año como en el tipo de sanción.

Jeisson Ramírez Morales es contador público, representante legal de Touché Asesores SAS, certificado por ACCA en NIA y con amplia experiencia en revisoría fiscal. Afirma que varias universidades del país están avanzando en la enseñanza de Estándares Internacionales y, como es natural, todavía queda camino por recorrer.

«Algunos académicos han coincidido en que, para el tema de IFRS, se debe trabajar mucho el aprendizaje autónomo de los estudiantes, orientado por los profesores. Esto debe ser así porque los Estándares Internacionales no son reglas, sino postulados; lo que quiere decir que encuentras unos lineamientos, pero no puedes aprenderte de memoria todo, pues lo que aplicaste en una organización no siempre debes aplicarlo igual en otra», dice.

Adicionalmente, están las interpretaciones del CTCP en temas de la norma que generan controversia, lo cual lleva a pensar que el núcleo de la enseñanza de IFRS es motivar el aprendizaje autónomo y el estudio de casos que permitan aplicar los postulados.

«Un aspecto que me parece esencial en la enseñanza de IFRS es el lenguaje, puesto que, si bien es cierto que IFRS tiene una terminología bastante técnica en ciertos casos, es importante que un profesor pueda explicar en términos más prácticos, ya que eso conecta más con la gente. Conozco muchas personas que han hecho diplomados en IFRS y me dicen que salen igual. Esto hay que mejorarlo, porque en la práctica conecta más el lenguaje práctico, y como dijo alguien: ‘si no lo puedes explicar de forma simple, es que no lo has entendido lo suficiente’”, describe.

Sí hay crisis en organismos de la profesión

“mucho se escucha de las visitas de la Junta Central de Contadores, pero no se materializan muchos resultados en el Tribunal, lo cual deteriora la credibilidad de la función de inspección”

Desde su punto de vista, sí se presenta una crisis en los organismos de la profesión. Dice que, por ejemplo, mucho se escucha de las visitas de la Junta Central de Contadores, pero no se materializan muchos resultados en el Tribunal, lo cual deteriora la credibilidad de la función de inspección.

«Se requiere la intervención del respectivo ministerio para buscar salida a los conflictos que puedan existir al interior de la JCC y que, sin lugar a duda, afectan no solo al gremio contable sino a todo un país que le apuesta a la confianza pública», opina.

Gremio más articulado y que se cuestione

Sobre los costos de los trámites de la profesión, Ramírez Morales piensa que falta un gremio más articulado que cuestione permanentemente los cambios que se introduzcan en la profesión, incluyendo los costos de los trámites.

«Pero en nuestra profesión todo pasa y nada pasa, es decir que, si el día de mañana dicen ‘vamos a aumentar el costo de la tarjeta profesional’ pocos saldrán a cuestionar por qué, y la mayoría simplemente pagarán. Existen otros gremios como el de los médicos y abogados donde los profesionales se manifiestan mucho más respecto de estos temas», critica.

Sin embargo, hay un aspecto que considera positivo del costo de los trámites. En ocasiones permite controlar la cantidad de oferentes, como pasa con el costo del registro de las firmas prestadoras de servicios contables, cifra que al año 2020 asciende a $4.302.000.

Este registro, aunque solo se paga una vez, no todos están dispuestos a pagarlo, por lo que muchos optan por prestar servicios contables como persona natural y no constituir persona jurídica.

«Lo que quiero decir es que, en este caso, al existir una barrera para entrar en el mercado se controla hasta cierto punto la cantidad de firmas prestadoras de servicios contables, y de cierta manera se regulan un poco los precios de dichos servicios desde la oferta», advierte.

Lupa de la JCC y sanciones

En el último informe de gestión oficialmente publicado por la JCC, y que corresponde al año 2018, sí se observan los procesos que adelanta este órgano rector.

Hasta ese año, de un total de 14.300 sociedades prestadores de servicios contables registradas con el código CIIU 6920, se tenían en el radar a 6.249 que no estaban inscritas ante la JCC. Esto quiere decir que, hasta 2018, un 43 % de las firmas que prestaban servicios contables no estaban inscritas ante la JCC.

Tomando las cifras que suministra el portal web de la JCC, se tienen 26 sentencias ejecutoriadas que datan de 2019 con motivo de sanciones a contadores (7 cancelaciones y 19 suspensiones), cifra que representa 7 sanciones más respecto a 2018, pero 62 menos respecto a 2017.

Los datos históricos entre 2013 y 2019 revelan que más de un 80 % del total de sanciones corresponden a “suspensión”.

En conclusión, «pienso que la JCC debe intensificar el tema sancionatorio, es decir, tanto en el número de sanciones por año como en el tipo de sanción».

Situación salarial para los contadores

Según Ramírez Morales, en Colombia los salarios de la profesión contable, respondiendo a la dinámica de la oferta, están sujetos a condiciones como necesidades económicas y baja calidad académica de algunas instituciones donde se puede estudiar el programa sin esfuerzo alguno.

«Muchos profesionales contables tienen sus propias circunstancias que no les permiten entrar en un ‘desempleo friccional o voluntario’, es decir, que no pueden darse el lujo de renunciar a sus actuales trabajos para buscar otro mejor (así no les paguen lo que quisieran), puesto que tienen sus propias necesidades (deudas, sostener un hogar, etc.)», afirma.

Como conclusión, dice que en Colombia no es tan fácil decirle a una empresa “voy a cobrarle más que el año pasado porque el CTCP lo dice en su guía”. Seguramente lo que dirá la otra parte es que la cifra propuesta se sale del presupuesto.

«Para cobrar más de los precios de mercado se debe tener un valor diferenciador muy alto respecto de los demás competidores, o debe suceder que los oferentes (contadores) tengan el poder de negociación, cosa que no sucede en nuestro país para el caso de la profesión contable», concluye.

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