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Impuestos verdes podrían jugar un papel preponderante en el recaudo y próxima reforma tributaria

Participación de los impuestos ambientales en la estructura tributaria colombiana es de 0,5 % del PIB, mientras que en los países de la OCDE es de 2,2 %.

En Colombia existen los impuestos a las bolsas plásticas, al CO2 y a los gases de efecto invernadero –GEI– por el uso de combustibles fósiles.

Fecha de publicación: 4 de agosto de 2020
Impuestos verdes podrían jugar un papel preponderante en el recaudo y próxima reforma tributaria
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Participación de los impuestos ambientales en la estructura tributaria colombiana es de 0,5 % del PIB, mientras que en los países de la OCDE es de 2,2 %.

En Colombia existen los impuestos a las bolsas plásticas, al CO2 y a los gases de efecto invernadero –GEI– por el uso de combustibles fósiles.

El viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, en el foro virtual: Visión macroeconómica, organizado por KPMG el 15 de julio de 2020, indicó que entre los puntos que tocaría la próxima reforma tributaria, y con los que se aumentaría el recaudo tributario, está el tema de los impuestos verdes, los cuales en Colombia no representan mayores ingresos.

Por el contrario, en algunos países de la OCDE sí representan un ingreso importante: «Si hablamos de reactivación económica esta debe ser ecoamigable», puntualizó Londoño. Por su parte, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, también se ha manifestado al respecto y es partidario de que se deben crear más impuestos verdes.

Gustavo Humberto Cote Peña, exdirector de la Dian, explica en diálogo con Actualícese que el marco fiscal de mediano plazo –MFMP– alude a los impuestos verdes, señalando que en países de la OCDE representan ingresos superiores al 1 % del PIB.

En Colombia existen los impuestos a las bolsas plásticas, al CO2 y a los gases de efecto invernadero –GEI– por el uso de combustibles fósiles.

«Por lo tanto, con seguridad serán objeto de cambios y de la posible adición de nuevos impuestos de esta naturaleza. Si bien en lo anunciado no dice nada sobre la eliminación de exenciones, esta es una veta importante para lograr mayores recaudos», indica Cote.

Rosario Córdoba, en su columna de opinión Y ¿qué de los impuestos verdes?, publicada en Portafolio, indica que este tipo de tributos, al incentivar la innovación y el uso eficiente de recursos, generan mejoras en productividad y competitividad.

“la participación de los impuestos ambientales o verdes en la estructura tributaria colombiana es de 0,5 % del PIB, mientras que en los países de la OCDE es de 2,2 %”

Córdoba describe que la participación de los impuestos ambientales o verdes en la estructura tributaria colombiana es de 0,5 % del PIB, mientras que en los países de la OCDE es de 2,2 %.

“En el 2016 se introdujeron el impuesto a las bolsas plásticas y el impuesto al carbono con resultados positivos. El primero redujo el consumo de bolsas y ha recaudado alrededor de 10.460 millones de pesos, en tanto que el del carbono ha recaudado 715.000 millones de pesos y dinamizado inversiones ambientales para compensar alrededor de doce millones de toneladas de CO2″, dice.

Un espacio para los impuestos saludables

El exdirector de la Dian también hace énfasis en la conveniencia de incorporar los denominados “impuestos saludables”, excluidos en anteriores ocasiones por las presiones de determinados sectores económicos.

«Estos sectores han hecho prevalecer sus intereses egoístas frente a las recomendaciones de la OMS de establecerlos como una política de salud pública para desestimular el consumo de alimentos ricos en azúcares libres y/o sal, grasas saturadas, ácidos grasos trans, y prevenir así enfermedades como la obesidad, diabetes y caries dental, que vienen golpeando a grandes proporciones de la población colombiana y de paso al sistema de salud vigente», recalca.

Impacto en el recaudo

En la publicación Análisis, editada por Fescol-Colombia, se encuentra el artículo Impuestos ambientales y equidad: desafíos para América Latina y el Caribe, en el que se afirma que en América Latina y el Caribe varios países tienen impuestos que gravan a los combustibles y estos parecen ser los más usados. Son impuestos ambientales en su concepción más amplia, si bien su creación ha respondido principalmente a la necesidad de generar un recaudo tributario.

Según datos de la Cepal, en 2009 Argentina recaudó algo más del 1 % del PIB por concepto de impuestos a los combustibles; Paraguay recaudó 1,55 % del PIB por igual concepto, y Chile también recaudó un porcentaje considerable (0,82 % del PIB) por medio de su impuesto a los productos específicos a los combustibles, que contempla derechos de explotación, combustibles automotrices, petróleo, diésel, automóviles a gas licuado entre otros. Otros países como Colombia y Perú recaudaron 0,28 % del PIB y el 0,57 % del PIB, respectivamente en 2009.

La publicación indica que en el 2013 en los países de la OCDE la recaudación de impuestos relacionados con el medio ambiente duplica en términos del PIB a lo que se recauda en nuestra región. Tomando en consideración que los ingresos por impuestos ambientales en los países de la OCDE estuvieron en un promedio de 1,56 % del PIB, el promedio para América Latina y el Caribe podría ubicarse hoy en cerca de 0,75 % del PIB.

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