Información financiera y retos en la era digital, puntos a revisar con lupa en proceso de auditoría

Actualmente, el 50 % de las empresas advierten que mantener el control interno sobre la información financiera y los procedimientos de divulgación es parte de sus principales desafíos, así como asegurar que las auditorías internas estén correctamente enfocadas y maximicen su valor.

Entre las prioridades para las empresas está realizar auditorías internas enfocadas y mejorar la seguridad cibernética. De ahí que el porcentaje de preocupación frente a este par de temas haya aumentado de 2017 a 2019. La anterior es una de las conclusiones a las que KPMG llega en el informe Keeping pace with disruptive risk and digital transformation de este año.

Según KPMG los retos más grandes nombrados por las organizaciones son:

• Mantener control interno sobre la información financiera y sus procedimientos de divulgación (50 %).
• Ayudar a garantizar que las organizaciones financieras tengan el talento y los recursos para elaborar informes financieros de calidad (49 %).
• Monitorear el riesgo de fraude (30 %).
• Mantener la calidad de la auditoría y la independencia del auditor (29 %).
• Evaluar supuestos claves subyacentes a estimaciones contables críticas  (27 %).
• Implementación de nuevas normas contables (23 %).
• Preparación de informes de auditorías claves o críticas por parte de un auditor externo (15 %).
• Agilizar/mejorar las divulgaciones de la compañía en las presentaciones (5 %).

Uno de los hallazgos clave destacados en los comités de auditoría indica que las empresas confían en la supervisión de las responsabilidades básicas: integridad de la información financiera y calidad de la auditoría. Sin embargo, la innovación tecnológica, la disrupción digital y la complejidad de los negocios ejercen una mayor presión y hacen necesario agudizar el enfoque en la gestión de riesgos y el entorno de control interno.

De igual manera, las organizaciones aseguran que las prioridades detrás de los roles centrales de supervisión son el cumplimiento legal y regulatorio (64 %), asegurar que la auditoría interna esté correctamente enfocada y maximice su valor (51 %), obtener ciberseguridad (50 %), tono en la cultura (39 %), adecuación de los procesos de gestión integral de riesgos –ERM– (por sus siglas en inglés) de la compañía para identificar y evaluar peligros disruptivos en el horizonte (36 %), impacto de la disrupción digital y las nuevas tecnologías en la organización financiera (31 %), privacidad y protección de datos (29 %) y contar con talento, habilidades y sucesión de liderazgo en la organización financiera (29 %).

De acuerdo con KPMG, asegurar que la auditoría interna esté correctamente enfocada y maximizar su valor ha sido considerada una de las principales prioridades de los comités de auditoría a nivel mundial. Según el más reciente estudio, este año ocupa el segundo lugar, detrás del cumplimiento legal/regulatorio.

“Hay que centrarse en los controles que la gerencia considera que reducen los riesgos más significativos a un nivel aceptable. El plan de auditoría debe estar diseñado principalmente para proporcionar a la junta la garantía de que dichos controles son totalmente efectivos”, indica la publicación.

Brechas en ciberseguridad

El informe admite que existen brechas, pero también expone que se cuenta con la capacidad de minimizarlas y gestionar el riesgo cibernético. Comparando las cifras actuales con las de 2017, se observa que las brechas aumentan, así las empresas crean estar preparadas, pues se han encontrado elementos que demuestran lo contrario.

“Los miembros del comité de auditoría deben comprender los diferentes puntos de presión dentro de una organización. Necesitan personas que tengan una mentalidad independiente y estén preparadas para pensar cuidadosamente sobre los juicios que deben hacerse, que hagan proactivamente buenas preguntas y no solo acepten el enfoque recomendado”, indica el informe.

Para casi la mitad de los miembros del comité de auditoría, según KPMG, las compañías no deben continuar brindando orientación de ganancias de manera semestral o trimestral. Al respecto, el 16 % aseguró que la práctica de proporcionar orientación sobre ganancias debería eliminarse gradualmente, y el     15 % cree que la orientación debe proporcionarse solo anualmente.

Curiosamente, el 31 % considera que los problemas ambientales, de gobierno y sociales son importantes para el desempeño a largo plazo y la creación de valor, y el 42 % ve en ello parte de las actividades normales de riesgo y cumplimiento normativo.

Maximizando la función de la auditoría interna

Para Fabián Echeverría, socio líder de consultoría en KPMG Colombia, “año tras año maximizar la función del valor de la auditoría interna sigue siendo visto como una prioridad principal al mantener la flexibilidad para ajustar el plan de auditoría en respuesta a los cambios en las condiciones comerciales y de riesgo”.

Las compañías que informaron tener una función de auditoría interna centraron el plan en áreas clave de riesgo más allá de los peligros condensados en la información financiera, como la ciberseguridad, la tecnología de la información y otros asuntos operativos, y mantuvieron la flexibilidad para ajustar el plan de auditoría en respuesta a los cambios en los negocios y las condiciones de riesgo clasificadas como las formas más importantes de maximizar el valor de la auditoría interna.

Casi un tercio de los encuestados por KPMG también sugirió que la auditoría interna debe agregar consideraciones culturales a las auditorías existentes, o realizar una auditoría cultural independiente.

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