Para Andrés Cortés se debe generar una cultura tributaria en todos los niveles de la sociedad, junto con una evidente inversión en la infraestructura social y física del Estado.
Afirma que Colombia extraña una reforma tributaria estructural, más cuando las propuestas son temporales.
Para Andrés Cortés se debe generar una cultura tributaria en todos los niveles de la sociedad, junto con una evidente inversión en la infraestructura social y física del Estado.
Afirma que Colombia extraña una reforma tributaria estructural, más cuando las propuestas son temporales.
Andrés Cortés, Socio Tax & Legal de Mazars en Colombia, afirma que las personas no se van a quejar si observan que el dinero de sus impuestos es invertido en educación, salud e infraestructura de calidad.
No. Sea lo primero resaltar que el proyecto de ley retirado distaba mucho de ser una reforma tributaria estructural, pues únicamente contenía normas pro-recaudo.
Es claro que Colombia está en mora de realizar una reestructuración del régimen fiscal, pero eso no se puede hacer sin una derogatoria total del régimen actual y sin la contribución de todos los sectores involucrados, partiendo por los funcionarios, los empresarios y los ciudadanos.
Es lo usual, y esa es la razón fundamental por la que se extraña una reforma estructural a todo el sistema. Todas las medidas se montan sobre un régimen básico y se desmontan con la misma velocidad, dejando regulaciones híbridas e inviables en años futuros.
La estrategia adecuada no es que las sociedades tributen más, sino que los empresarios evadan menos. Lo primero es generar una cultura tributaria en todos los niveles de la sociedad, junto con una evidente inversión en la infraestructura social y física del Estado que le permita a la sociedad sentir que los tributos se orientan a un gasto justo y adecuado.
Una vez efectuado lo anterior, formalizar todos los sectores de la economía se convierte en el paso más importante de la estrategia antievasión, pues nadie podría ejercer actividad económica alguna por fuera de la estructura fiscal; esto, aunado a un sistema fácil de digerir para los ciudadanos.
No obstante, Colombia únicamente se ha enfocado en la formalización de la economía, generando un sistema complejo al que nadie quiere vincularse.
El sistema tributario sugerido por la misma OCDE es aquel en el cual la tributación en Colombia recae en un 70 % en las personas naturales y un 30% en las empresas.
Lo anterior, como resultado de desgravar a las compañías para que generen más y mejores empleos, y mejor remunerados.
Para llegar a esto, la estructura tributaria en Colombia debe dar un giro de 180 grados, simplificando el sistema, formalizándolo, generando educación tributaria e invirtiendo en la infraestructura social del país.
Una persona no se quejará por sus tributos si observa educación, salud e infraestructura de calidad.
Este objetivo solo se logra superando el déficit de recursos humanos con los cuales cuenta el fisco actualmente y dotándolos de herramientas que, si bien deben respetar el debido proceso de los contribuyentes, correspondan a procedimientos expedidos y objetivos, y por supuesto con más y mejor tecnología.
La progresividad y equidad están presentes en el impuesto actualmente, lo que no está presente es la progresividad y equidad en el ingreso per cápita en Colombia.
No es posible buscar una tributación equitativa si no hay un ingreso equitativo.