El superintendente de sociedades, Juan Pablo Liévano, asegura que para la economía nacional es más eficiente rescatar empresas que crear nuevas. A través de pedagogía, la entidad busca desempeñar un papel más valioso que el simple rol sancionatorio; busca enseñar para el cumplimiento de la ley, generando valor.
El superintendente de sociedades, Juan Pablo Liévano, asegura que para la economía nacional es más eficiente rescatar empresas que crear nuevas. A través de pedagogía, la entidad busca desempeñar un papel más valioso que el simple rol sancionatorio; busca enseñar para el cumplimiento de la ley, generando valor.
Juan Pablo Liévano, superintendente de sociedades afirma que la entidad tiene como misión contar con empresas competitivas, productivas y perdurables, y más empresa, más empleo, para lo cual busca dar un giro a la política de supervisión, el uso de la tecnología y la facilidad de acceso a la financiación.
«De igual forma, se busca conseguir una mayor equidad mediante las sociedades de beneficio e interés colectivo –BIC– y la construcción de nuevos marcos normativos: societario, de insolvencia y del rol del supervisor», dice.
Liévano enfatiza que la supervisión será más cercana, pedagógica, de cumplimiento y oportuna. «El régimen sancionatorio irá más allá de las multas y se direccionará a la enseñanza y a lo remedial», puntualiza.
Y es que a través de pedagogía esta superintendencia desempeñará un papel mucho más valioso que el simple rol sancionatorio, pues busca enseñar para el cumplimiento de la ley, generando valor.
«La idea es usar la tecnología para la supervisión oportuna, con el fin de identificar a tiempo y adecuadamente los posibles incumplimientos de normas societarias y contables, y las situaciones de insolvencia particulares y sectoriales, para evitar empresas fallidas», explica.
Para él, para la economía es más eficiente rescatar empresas que crear nuevas.
Con alertas contables, financieras y jurídicas la Supersociedades elaborará mapas de riesgo de cumplimiento normativo e insolvencia, para elevar la efectividad de la supervisión, lo que hará que las sociedades puedan entrar en un proceso de reorganización de manera temprana; algo de vital importancia para lograr un rescate empresarial.
«La superintendencia apunta a contar con nuevas fuentes de financiación, sin intermediación y 100 % digitales, que faciliten el acceso de las pequeñas y medianas empresas a capital y deuda a costos razonables. Colombia será un país de propietarios de empresas y sociedades, lo que impactará el crecimiento del PIB», destacó el funcionario.
«Con este sistema se podrá canalizar el apetito al riesgo en empresas legales, pequeñas y medianas, con planes de negocio establecidos, que generen riqueza y empleo, y no en esquemas ilegales, especulativos y defraudatorios», señaló el superintendente.
Esta innovación en la financiación nos ayudará a conseguir «legalidad, emprendimiento y equidad empresarial», agrega Liévano.
El entorno competitivo a nivel internacional, la evolución de los negocios y los compromisos y recomendaciones internacionales del Banco Mundial y la OCDE exigen ajustes a las instituciones jurídicas colombianas en materia del régimen general de sociedades, del régimen de insolvencia y del rol del supervisor, para efectos de fomentar la inversión y contar con las mejores prácticas comerciales.
Por lo anterior, la Superintendencia, pensando estratégicamente en las instituciones jurídicas relacionadas con la sociedad, la insolvencia y el rol de supervisor societario, abrió un espacio de diálogo y estudio con gremios, empresarios, académicos, abogados y contadores para construir propuestas de reforma legislativa, necesarias para contar con las instituciones jurídicas apropiadas en el siglo XXI.
«El resultado será enriquecido con la participación de expertos nacionales e internacionales, para que los proyectos de ley respondan a los retos que enfrenta el sector empresarial y contribuyan, decididamente, a contar con empresas competitivas, productivas y perdurables y más empresa más empleo», concluye el superintendente de sociedades.