Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La nueva normatividad sobre la NIIF 17 – Contratos de seguro aplicará para períodos contables iniciados a partir de enero 1 de 2021. Los desajustes económicos entre activos y pasivos serán más visibles y las aseguradoras podrán revisar el diseño de sus productos y la asignación de sus inversiones.
brindará a los usuarios de información financiera una perspectiva totalmente nueva sobre los estados financieros, principalmente en la presentación de la “salud” financiera de las aseguradoras, mostrando de manera separada los resultados de suscripción y los financieros. El impacto variará de una compañía a otra, considerando las políticas y prácticas contables anteriores.
Preparar e implementar la nueva norma traerá desafíos a las aseguradoras. «Requiriendo un esfuerzo sustancial, procesos y sistemas nuevos o actualizados, controles y coordinación entre funciones como finanzas, actuaria y tecnología de información –TI–, generando oportunidades como nuevos conocimientos del análisis de datos, generación de informes novedosos y eficiencia en los procesos», así lo plantea KPMG en su informe IFRS 17 Contratos de seguros: ¿y cómo vamos? Un recuento, primeras impresiones.
Esta normatividad aplica para períodos contables iniciados a partir del 1 de enero de 2021. Se permite la adopción anticipada si la NIIF 9 – Instrumentos financieros y la NIIF 15 – Ingresos de contratos con clientes se aplican en la fecha de adopción o antes de la misma.
Dentro de los impactos de la NIIF 17 se presentarán nuevas perspectivas tanto para analistas como para usuarios. «La NIIF 17 cambiará el camino. Los analistas interpretan y comparan empresas. La comparabilidad podrá ser global y se presentará una mayor transparencia que dará a los usuarios una visión más clara de la “salud” financiera de una aseguradora», establece KPMG.El efecto de usar tasas de descuento corriente del mercado variará, pero es probable que en muchos casos sea significativo, dando como resultado una mayor volatilidad en los resultados financieros y en el patrimonio. Desajustes económicos entre activos y pasivos serán más visibles. Las aseguradoras podrán revisar el diseño de sus productos y la asignación de sus inversiones.
Los volúmenes de primas ya no impulsarán los componentes de inversión, y el efectivo recibido ya no se considerará un ingreso. El nuevo modelo de medición puede dar lugar a la liberación de beneficios para algunos contratos.
El impacto que los riesgos financieros tienen en los resultados de las aseguradoras se presentará de manera independiente respecto al desempeño del seguro, proporcionando así una imagen más clara de que actividades generan el lucro.
KPMG indica que el uso de las tasas de descuento corrientes y de supuestos –casi seguramente– conducirán a cambios contables significativos para muchas aseguradoras de vida. La carga y rentabilidad de las garantías de interés mínimo obligarán a las aseguradoras de vida a volverse más transparentes.
Las aseguradoras que no sean de vida deberán establecer criterios en aras de calificar para el enfoque de asignación de prima, con el fin de conservar los modelos contables actuales. Sin embargo, el descuento de la responsabilidad por reclamos incurridos puede ser un cambio significativo con relación a la práctica actual.
Identificación y contabilización de contratos onerosos y presentación de un margen explícito para el riesgo no financiero ganará un nuevo protagonismo, tanto para los seguros de vida como de no vida. La contabilización del reaseguro cedido entrará en un nuevo territorio.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
