Andrés Cortés afirma que normas establecidas en la actual reforma tributaria son temporales.
Carlos Felipe Prada dice que proyecto presentado por Alberto Carrasquilla tenía elementos de reforma tributaria estructural.
Jorge González afirma que esta reforma tributaria tiene fragilidades estructurales e implicaciones a corto y mediano plazo en materia fiscal.
Según Andrés Cortés, las normas establecidas en la reforma tributaria son temporales.
Carlos Prada dice que el proyecto presentado por Alberto Carrasquilla tenía elementos de reforma estructural.
Para Jorge González, la reforma tributaria tiene implicaciones a corto y mediano plazo en materia fiscal.
Para muchos analistas está claro que el próximo Gobierno tendrá que hacer la tarea de discutir una nueva reforma tributaria. Sin embargo, el deseo es que sea estructural.
Andrés Cortés, Socio Tax & Legal de Mazars en Colombia, afirma en entrevista con Actualícese que el proyecto de reforma tributaria que se retiró, liderado por el exministro Alberto Carrasquilla, distaba mucho de ser una reforma tributaria estructural.
Únicamente contenía normas pro-recaudo. Es claro que Colombia está en mora de realizar una reestructuración del régimen fiscal, pero eso no se puede hacer sin una derogatoria total del régimen actual y sin la contribución de todos los sectores involucrados, partiendo por los funcionarios, los empresarios y los ciudadanos.
Hace énfasis en que las normas establecidas en la actual reforma tributaria son temporales, por lo que más adelante se tendría que discutir una nueva.
Es lo usual, y esa es la razón fundamental por la que se extraña una reforma estructural a todo el sistema. Todas las medidas se montan sobre un régimen básico y se desmontan con la misma velocidad, dejando regulaciones híbridas e inviables en años futuros.
Desde su punto de vista, hoy hay espacio para que los hogares de altos ingresos paguen un IVA que se les está subsidiando o paguen más impuesto de renta del que se les está cobrando.
El país necesita ingresos estructurales y se pediría a las personas hacer un esfuerzo de acuerdo con sus ingresos y capacidad de pago. Estos cambios estarían acompañados de un esfuerzo adicional por parte de las personas que más recursos tienen. Entre más gane una persona, más impuesto a cargo tendría. Por ejemplo, si una persona tiene ingresos mensuales por 100 millones de pesos, nuestra propuesta es que pague un impuesto de renta de 30 millones de pesos.
Jorge Iván González, magister en economía y doctor en economía de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, con tesis doctoral sobre finanzas públicas, afirma en #CharlasConActualícese que debemos estar preparados para las consecuencias en materia fiscal que se van a presentar luego de la aprobación de la reforma tributaria, Ley 2155 de 2021.
Esta reforma tributaria es una colcha de retazos. Tiene fragilidades estructurales e implicaciones a corto y mediano plazo en materia fiscal. Combina muchos temas como la normalización tributaria, los temas sociales, el impuesto de renta, la austeridad de los entes estatales; es una mezcla de asuntos que a mi modo de ver no tienen articulación alguna.
Juan Torres, Senior Manager de Impuestos de EY Colombia, afirma en entrevista con Actualícese que esta no fue una reforma tributaria que tuviera mucho que ver con la clase media, al menos no se contemplaron beneficios de manera directa.
No consideró aumentos en la tarifa de personas naturales, por un lado, pero por el otro la clase media tampoco tiene acceso a los beneficios considerados con causa de los recientes eventos; tales como la pandemia y los paros.
Para él, en una futura reforma, ojalá sí estructural, posiblemente se requiera un mayor sacrificio de la clase media, «como se pensó en la fallida reforma que ni siquiera fue discutida en el primer semestre», y no tantos beneficios, cuando los indicadores macroeconómicos, como el desempleo y la inflación, den un respiro.