Ruth Alejandra Patiño afirma que los conocimientos contables y la enseñanza son distintos entre regiones, porque el contexto de aplicación es distinto.
En ciudades pequeñas prácticamente no existen empresas del grupo 1, razón por la cual los contadores se enfocan en los Estándares para Pymes.
Ruth Alejandra Patiño afirma que los conocimientos contables y la enseñanza son distintos entre regiones, porque el contexto de aplicación es distinto.
En ciudades pequeñas prácticamente no existen empresas del grupo 1, razón por la cual los contadores se enfocan en los Estándares para Pymes.
Para Ruth Alejandra Patiño, contadora pública de la Universidad Nacional de Colombia y docente de esta misma institución, en Colombia actualmente existen múltiples programas de formación en contaduría de acuerdo con el sistema de nacional de información de la educación superior –SNIES–.
Dentro de esta cifra se encuentran 240 de pregrado, 24 de especialización y 9 de maestría. Además, 109 programas están ubicados en capitales como Bogotá, Medellín y Cali, de manera que el 60 % corresponde a ciudades intermedias y pequeñas.
«Esto lo que indica es que la heterogeneidad es bastante alta, considerando las condiciones de acceso a la educación, las características específicas de los programas y el ámbito de desarrollo profesional. Adicionalmente, la experiencia docente indica que los conocimientos y la enseñanza son muy distintos entre regiones, porque el contexto de aplicación es muy distinto», explica.
Por ejemplo, en ciudades pequeñas prácticamente no existen empresas que pertenezcan al grupo 1 (negocian en mercados de valores), razón por la cual los contadores se enfocan en los estándares aplicables a las pymes.
«Esto me lleva a considerar que no se puede generalizar si la enseñanza de Estándares Internacionales de Información Financiera es suficiente y es acorde con el contexto. Esto requiere un ejercicio de investigación de un alcance importante y que necesariamente tome en cuenta la diferenciación entre regiones», afirma.
Patiño considera otros interrogantes adicionales, también relevantes, y que se encuentran dentro del debate vigente de la educación en Colombia: ¿se enseña la lógica del modelo dentro del contexto y el sentido de los Estándares Internacionales de contabilidad? ¿Se considera el por qué y el para qué?
Este aspecto relacionado con la forma de enseñar normatividad contable, tema en el cual se incorporan componentes pedagógicos, se debe contemplar a partir de metodologías activas, que están basadas en el estudiante, ya que son estas formas las que llevan a un perfil distinto del profesional contable; así se incorpora el componente crítico en el estudiante, es decir, el futuro profesional.
«Como lo afirma Henry Giroux, es relevante considerar que es necesario enseñar y trabajar «posiciones alternativas», ya que en las universidades no hay mucho espacio para ello, de tal forma que el objetivo es cambiar la forma de enseñanza y, por ende, la sociedad», afirma esta magíster en Ciencias Económicas de la Universidad Santo Tomás.
Cuando la dinámica de la educación está centrada en el estudiante el alcance es otro, y esto es relevante en la discusión de la enseñanza de los Estándares Internacionales de contabilidad, ya que esta normatividad implica unos análisis distintos.
«Las razones son diversas. Primero, los estándares provienen de un contexto basado en la lógica de los mercados de valores, por lo cual es indispensable conocer, identificar y mitigar los limitantes que tiene un conjunto normativo como este en un país como Colombia, donde la mayoría de empresas son pymes», explica esta PhD en educación.
Adicionalmente, se requiere manejo interdisciplinario (por ejemplo, conocimientos financieros y estadísticos), lo que se aleja de la dinámica de aplicación que se llevaba a cabo en el país.
Otro aspecto a considerar es que la formación debe consistir en un proceso de construcción de diferentes niveles, donde el último estado que se debe conseguir es lograr una comprensión completa, crítica y propositiva del tema (normatividad contable internacional).
Por último, es necesario reforzar el autoaprendizaje, elemento relevante en un contexto cambiante y para el caso de los Estándares Internacionales, los cuales se revisan y modifican anualmente.
«Se vuelve un requisito para lograr actualizarse en el tema, se debe contar con la capacidad de entender los cambios de las normas y sus consecuencias en el contexto específico de aplicación», resalta Patiño.