Para Jorge Llano, se debe crear una estrategia de pedagogía e innovación para que los jóvenes ahorren pensando en su futuro pensional.
Si un colombiano quiere tener una buena pensión, debe imaginar el monto que quiere recibir, a qué edad la quiere y cuánto tiene que cotizar para lograr esa cifra.
Para Jorge Llano, se debe crear una estrategia de pedagogía e innovación para que los jóvenes ahorren pensando en su futuro pensional.
Si un colombiano quiere tener una buena pensión, debe imaginar el monto que quiere recibir, a qué edad la quiere y cuánto tiene que cotizar para lograr esa cifra.
Para Jorge Llano, vicepresidente técnico de Asofondos, los fondos de pensiones, el Gobierno nacional y las empresas tienen el gran reto de convencer a la población joven colombiana para que vea la importancia de cotizar a pensiones en su vida laboral y así tenga un ahorro para cuando se vaya a pensionar.
«Se debe trabajar en políticas públicas que vayan en línea con la creación de empleo para los jóvenes. En Colombia, como en muchos otros países, la tasa de desempleo para este grupo de la población es mucho más alta que las cifras totales de desempleo», dice.
Para Llano, también hay que prestar atención a las estrategias orientadas a que esta población ahorre más para la vejez.
«El aporte que hace un joven es mucho más importante que el que hace alguien a quien le falta un año para pensionarse. Si se hace un buen aporte cuando se es joven, este se va a invertir y reinvertir por muchos años, lo que se traduce en un gran ahorro total, llegado el tiempo de pensionarse», explica.
El reto de tener pensiones más altas para que las personas estén tranquilas en su etapa de vejez se logra armonizando la importancia de ahorrar desde que se es joven y entendiendo la importancia de realizar aportes a la pensión, indica Llano.
El vicepresidente técnico de Asofondos también explica que los millennials, grupo al que pertenecen los jóvenes que no muestran interés por el tema de la pensión, tienen la mentalidad de ahorrar, pero para actividades a corto plazo, como son los viajes o asistir a conciertos.
«Hay que cambiar un poco el chip. Crear una estrategia de pedagogía e innovación donde, por ejemplo, las personas ahorren sin que se den cuenta que lo están haciendo, la economía del comportamiento que llaman, como ocurre en EE. UU y Reino Unido. Que sea una decisión pasiva», puntualiza.
Llano describe que, si un colombiano quiere contar con una buena pensión, debe imaginar el monto que quiere recibir, a qué edad la quiere y cuánto tiene que cotizar para lograr esa cifra.
El problema, desde su punto de vista, es que las personas que cotizan no saben cuánto cotizan, dónde cotizan, y cuando falta un año para pensionarse ven las cifras y se estrellan, y dicen que eso es lo que no querían.
«Las personas no pueden aspirar a ahorrar apenas durante cinco años para pensionarse con un buen monto. La pensión se construye con el ahorro de 30 y 40 años laborales», puntualiza.
Asofondos no ve con buenos ojos retirar parte del ahorro pensional para cubrir las necesidades a raíz de la pandemia, como ha pasado en Chile y Perú. Llano dice que para esos son las cesantías.
«Lo que ha pasado en estos dos países es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer. Si yo saco plata de mi pensión, habrá una grieta que será imposible de cerrar cuando se llegue a la vejez. Al final, las personas se van a gastar su ahorro pensional, el Gobierno no tendrá como financiar las pensiones, lo que se traducirá más pobreza en la vejez», explica.
Con las medidas emitidas por el Gobierno nacional en el transcurso de los últimos meses por el COVID-19, se originó un ambiente de incertidumbre, ya que todas las inversiones se desvalorizaron fuertemente, incluyendo el ahorro pensional.
«A medida que pasaba el tiempo se comenzó a ver luz al final del túnel, ya que el tema de la vacuna se consolidó, así como la reactivación de los sectores económicos; de esta forma los mercados también fueron mejorando», dice Llano.
Fue así como a octubre de 2020 ya se contaba con rendimientos positivos de 6 billones de pesos, rendimientos que son en su totalidad de los trabajadores colombianos que están cotizando en los fondos privados de pensiones.
«Cuando hay fuertes desvalorizaciones, como ocurrió en marzo del año pasado, las personas reaccionan y comienzan a sacar sus ahorros pensionales. Error. Dos o tres meses más adelante habrá una revalorización de su dinero. No se debe actuar de esa forma», advierte Llano.