El informe del revisor fiscal es el resultado de todo el trabajo que desarrolla el profesional contable a lo largo del período durante el cual es contratado para actuar como tal. Por ese motivo, para que el revisor fiscal emita un informe útil y acorde con la normativa, debe llevar a cabo un adecuado proceso que incluye desde la planeación, el conocimiento de la entidad y la evaluación de riesgos hasta la ejecución de procedimientos y la obtención y análisis de evidencia válida y suficiente.
El auditor independiente tiene la responsabilidad de emitir un informe adecuado respecto de los estados financieros. Por ello, cuando basado en la evidencia obtenida concluya que los estados financieros no están libres de incorrección material, o cuando no pueda obtener evidencia suficiente y acertada que le permita deducir que los estados financieros en su conjunto están libres de incorrección material, el auditor tiene la posibilidad de modificar la opinión emitida en el informe elaborado conforme a las indicaciones establecidas en la NIA 700. Dependiendo de la situación, la opinión modificada puede ser: opinión con salvedades, opinión desfavorable o adversa, o denegación o abstención de opinión.