Hay una sensación de que con la pandemia y su impacto en el mercado los problemas ambientales y sociales pueden presentar riesgos financieros significativos.
El COVID-19 podría alentar a las empresas a actuar de manera más responsable respecto al medio ambiente, una vez la pandemia esté bajo control.
Empresas que no aborden la perspectiva de los impuestos al carbono enfrentarán grandes costos para sus resultados finales.
IFAC apoya iniciativas de política basadas en el mercado que conducen a las organizaciones hacia modelos comerciales con bajas emisiones de carbono.
Paula Franco dice que los contadores deben ser proactivos en el desarrollo e implementación de estrategias para mitigar los efectos del cambio climático.
Norma Pontet afirma que la relación contaduría-cambio climático tendrá un techo cuando todos estemos alineados, pero falta camino por recorrer.
14 organizaciones firmaron la convocatoria para que los contadores públicos impulsen la transparencia climática.
El cambio climático es un riesgo económico, social y comercial, y los contadores deben actuar, garantizando la transparencia en torno a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima.
Desde el WEF se piensa que un nuevo estándar de contabilidad que tenga en cuenta los costos climáticos podría ser un buen enfoque para afrontar esta problemática.
Se debería aprovechar la adopción de los Estándares Internacionales para expandir drásticamente la aplicación del precio del carbono.
Contadores pueden mejorar la acción significativa sobre el cambio climático al proveer análisis relevantes que ayuden a organizaciones a crear y proteger este valor a largo plazo.
También pueden ayudar a los gobiernos y empresas a desarrollar e implementar planes para mitigar el cambio climático.
El Gobierno Nacional está trabajando en el borrador de un proyecto de ley para crear impuestos verdes en el país, con los que se ayude a mitigar el efecto del cambio climático.
El ministro de hacienda, Mauricio Cárdenas, anunció que junto con el Banco Mundial se acordó buscar mayores aportes de cooperación internacional, que permitan aumentar las acciones en Colombia para mitigar el impacto del cambio climático.
El 66,2% de los empresarios colombianos afirman que sus empresas se han visto afectadas por los diversos fenómenos de la naturaleza. Pendiente de esta problemática, el Gobierno Colombiano busca mitigar los efectos del cambio climático con inversiones anuales de aquí al año 2030, de $3,1 billones.
La Unión Europea destinará más de $12.400 millones para fomentar proyectos de energía renovable no-convencional en Colombia, después de la evaluación de los resultados de un estudio del Banco de Desarrollo de América Latina- CAF sobre uso de nuevas fuentes de energía para mitigar los efectos del cambio climático.