La responsabilidad del auditor radica en establecer normas y proporcionar lineamientos en relación con los saldos de apertura cuando los estados financieros son auditados por primera vez, o cuando los estados financieros del período inmediatamente anterior fueron auditados por otro profesional (auditor). Por ello, el auditor debe obtener evidencia suficiente y adecuada que permita determinar si los saldos de apertura contienen incorrecciones que puedan afectar de manera relevante los estados financieros del período actual, y si se han aplicado de manera correcta las políticas contables.