Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Sergio Olarte dice que se debe trabajar en una política fiscal contracíclica, aliviando la carga tributaria de quienes más aportan: empleados formales y grandes empresas.
Colombianos deben ser conscientes de que, para pagar el endeudamiento creado por el COVID-19, se discutirá una reforma tributaria.
Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, indica en entrevista con Actualícese que estamos en una situación retadora, donde buena parte de los empresarios, microempresarios y empleados pueden verse afectados hacia el futuro.
«Por esta situación la política fiscal es muy importante y una de las medidas contracíclicas fiscales es reducir la carga tributaria de las empresas y de las personas para que puedan mejorar su ingreso disponible y no entrar así en una recesión», dice.
Por ahora, desde su punto de vista, las medidas tributarias han sido buenas, incluso han sido menos drásticas que en otros países de la región y otros países más desarrollados.
Así toda la economía sea la gran golpeada por el COVID-19, uno de los termómetros que la mantiene viva es el empleo y «acá estamos hablando de que el desempleo se puede subir tranquilamente a niveles del 17 % en promedio».
Olarte asegura que el Gobierno está intentando que se pierda el menor número de empleos posible en esta coyuntura tan complicada, y por eso les permite a algunas empresas aplazar pagos de renta y eliminar el IVA en algunos sectores.
“Creo que más allá de las medidas tributarias, que el Fondo Nacional de Garantías pueda garantizar muchos más prestamos le genera incentivos al sector financiero para poder prestar más dinero a las empresas para que se mantengan a flote y, de nuevo, que se pierdan los menores empleos posibles”, dice.
Después de que pase el choque del COVID19, cree Olarte, se debe pensar muy detenida y estructuralmente en la sostenibilidad de las cuentas fiscales porque los menores impuestos recaudados y la mayor demanda que se contratará harán difícil la sostenibilidad de la deuda en el futuro cercano.
“En este momento se está pensando es cómo sostener la economía, y eso es muy importante, pero creo que también debemos estar conscientes de que después del choque seguramente vendrá una reforma tributaria para poder pagar el mayor endeudamiento por cuenta de las recientes medidas fiscales”, puntualiza.
En efecto, las personas naturales son las más golpeadas en estos momentos, sobre todo los trabajadores informales que viven del día a día y se encuentran sin poder salir a la calle.
«Ellos están perdiendo sus ingresos y eso es importante. Aplazar los impuestos distritales y municipales es una medida que ayuda a aumentar el ingreso disponible de las familias y que se vean menos afectados en el corto plazo», agrega.
Y recalca lo siguiente:
«Dentro de esta emergencia, aplazar la carga tributaria podría hacer que el empleo, que como dijimos anteriormente es de los sectores que hay que apoyar primero, se vea menos afectado».
En el corto plazo, aplazar la carga tributaria de las empresas podría dar buenos réditos, sobre todo para las medianas y pequeñas, donde se deben continuar dando algunos estímulos para que el empleo no se vea afectado.
En este momento lo importante es trabajar en una política fiscal contracíclica, y una de las formas es tener una menor carga tributaria de la gente que más aporta, como son los empleados formales y las grandes empresas, ya que son las que más tributan en el país.
El economista principal de Scotiabank Colpatria dice que los plazos que ha otorgado la Dian para el pago de impuestos es una medida que hay que estudiar.
«Se deben contar con políticas asistencialistas, por el lado del gasto, y estar atentos a las personas que no paguen sus impuestos; de lo contrario, se incentivaría el no pago a futuro», advierte.
Es importante aclarar que se trabaja en un aplazamiento de impuestos temporal, ya que, a futuro, el pago de impuestos es necesario para recuperar la economía del país.
Olarte recalca que hay que generar los incentivos correctos.
«Hay que dar el mensaje de que se deben pagar los impuestos, que esto es temporal y que definitivamente se presenta a raíz del momento difícil que pasa el mundo; es un choque no anticipado y muy fuerte que hace que la política contracíclica entre en acción», puntualiza.
Sobre la meta de recaudo que no se alcanzará este año, desde Scotiabank Colpatria pronostican que la economía crecerá 1,2 % este año en lugar del 3,7 % que tenía planteado el presupuesto general de la nación y el Gobierno; «eso va a hacer que el recaudo de impuestos se vea muy comprometido este año, sobre todo por el aplazamiento de otros recaudos».
Olarte asegura que independientemente de si se cumple o no con la meta del recaudo tributario, la Dian debe estar pensando siempre en implementar estrategias para perseguir a los morosos, tanto personas naturales como empresas evasoras, que eludan el pago de impuestos, tarea que no tiene nada que ver con el COVID-19, ante todo teniendo como contexto que Colombia tiene una evasión de impuestos cercana al 4 o 5 % del PIB.
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