Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
José David Castro dice que en una economía golpeada por una recesión la solución no es perseguir a los evasores, sino concentrarse en modernizar a la Dian para que el recaudo sea más eficiente.
Esta es una buena oportunidad para incentivar el comercio electrónico.
José David Castro, gerente de auditoría y revisoría fiscal en Tax Solutions Colombia destaca las medidas que hasta el momento ha tomado el Gobierno nacional en materia tributaria, ante la contingencia originada por la propagación del COVID-19.
Entre las medidas se encuentran la exención del IVA en la importación y distribución de algunos artículos de primera necesidad para tratar las medidas sanitarias y el aplazamiento del impuesto de renta de las personas jurídicas.
De igual manera, la exención del GMF para las entidades del régimen tributario especial, la no generación del IVA en el retiro de inventarios destinados a donaciones a entidades del régimen tributario especial, así como las facilidades para la creación de acuerdos de pago son estrategias tomadas por el Gobierno en respuesta a la emergencia sanitaria.
Sin embargo, para este contador público con experiencia en auditorías integrales e interventor en proyectos de cofinanciación con bancos es necesario que el Gobierno otorgue facilidades reales de pago con descuentos en las sanciones y los intereses de mora por el no pago oportuno de los impuestos, ya que esta coyuntura sanitaria ha llevado a que los empresarios concentren sus esfuerzos y flujo de caja en el adecuado pago de la nómina, más que en el de los tributos.
«Se deberían otorgar más exenciones del IVA en artículos tanto de primera necesidad, como para los que no son de primera necesidad, y así incentivar la economía en estos tiempos de recesión. Adicionalmente, es una buena oportunidad para incentivar el comercio electrónico», indica Castro.
Para él, evitar que se caiga en la evasión tributaria y elusión fiscal debido a la modificación en los plazos del calendario tributario realizados por la Dian es un punto que no se puede evitar, pero es un riesgo que se debe correr.
«El teletrabajo, por más que se quiera promocionar, no genera el mismo rendimiento que el trabajo presencial en la mayoría de los casos, hecho que requiere de más tiempo para cumplir con las obligaciones tributarias», afirma Castro.
Frente a lo anterior, desde su punto de vista, en una economía que está sumamente golpeada por una recesión la solución no es perseguir a los evasores; por el contrario, es concentrarse en modernizar la Dian para que el recaudo sea más eficiente.
«Lo anterior no es mediante un esfuerzo pos-hecho económico, sino más bien en un esfuerzo simultáneo con el hecho económico. Un gran ejemplo de esto está en lo que se busca con la implementación de la factura electrónica con validación previa», indica.
Castro opina que contribuir con las cargas del Estado es una obligación de todos, por lo que está de acuerdo con que los esfuerzos se centren en ampliar el margen de recaudo de los evasores totales o parciales.
«Con lo que no estoy de acuerdo es que por cosas del destino los sectores menos afectados reciban una persecución por parte de la administración tributaria, ya que todo es circular. Hoy puede que no se vieron afectados, pero el día de mañana, si la crisis continúa, las condiciones pueden cambiar en favor de otros sectores», puntualiza.
La modernización de la Dian le puede aportar «muchísimo» a los bajos resultados que se verán en el país, en cuanto al recaudo tributario se refiere. «Al modernizar la entidad se llegará no solamente a los que no están contribuyendo, también a los que lo están haciendo, pero no en la forma en que deberían», recalca.
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