Entre febrero y abril de este año la población ocupada fue de 19,68 millones, de los cuales un 40 % correspondió a mujeres (7,87 millones en toda Colombia).
Del total de las mujeres desocupadas, el 42,9 % corresponde a mujeres jóvenes entre los 14 a 28 años.
Entre febrero y abril de este año la población ocupada fue de 19,68 millones, de los cuales un 40 % correspondió a mujeres (7,87 millones en toda Colombia).
Del total de las mujeres desocupadas, el 42,9 % corresponde a mujeres jóvenes entre los 14 a 28 años.
El Dane presentó su informe Mercado laboral de la juventud: trimestre móvil febrero-abril 2020, en el que se indica que el índice de desocupación juvenil para dicho trimestre llegó al 22,8 %, «debido en gran parte por los efectos de la semiparálisis derivada de la cuarentena para afrontar la covid-19».
La entidad recalca que desde el año 2005 no se observaba este porcentaje en lo que el desempleo juvenil se refiere, hablando de una población entre los 14 y 18 años. La cifra equivale a 1,43 millones de personas sin trabajo en dicho lapso.
Respecto a las tasas de ocupación y desempleo de hombres y mujeres jóvenes, se destaca que, en dicho trimestre, la tasa de ocupación de los hombres (47,7 %) fue mayor que la de las mujeres (30,6 %) en 17,1 puntos porcentuales. Comparada con el trimestre móvil febrero-abril del año anterior, esta diferencia disminuyó 0,2 puntos porcentuales.
Por otra parte, la tasa de desempleo de los hombres (18,4 %) fue menor que la de las mujeres (28,9 %) en 10,4 puntos porcentuales. Esta diferencia aumentó 1,0 puntos porcentuales frente al trimestre móvil febrero-abril de 2019.
Durante este trimestre, la actividad económica que concentró el mayor número de ocupados jóvenes fue comercio y reparación de vehículos (19,3 %), seguida de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (16,9 %) e industrias manufactureras (11,3 %).
«Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca fue la única actividad económica que contribuyó de forma positiva a la variación total de la población ocupada joven, aportando 0,2 puntos porcentuales. Por su parte, comercio y reparación de vehículos fue la rama de actividad que más restó a la ocupación con 4,3 puntos porcentuales», indica el Dane.
“Las mujeres jóvenes desocupadas de 14 a 28 años, corresponden al 42,9 % de las desocupadas; mientras que los hombres jóvenes representan el 42,2 % de los desocupados”, indica el informe.
Lo anterior significa que hay cerca de 761.000 mujeres jóvenes sin trabajo en Colombia. Para los hombres de 14 a 28 años el dato de desocupados es de 671.000.
Para el total nacional la tasa de desempleo para las mujeres llegó al 18,4 %, mientras que para los hombres se situó en 11,9 %.
Entre febrero y abril de este año, de 3,36 millones de desocupados en todo el país, 1,77 millones (un 52,7 %) correspondía a mujeres.
En ese trimestre la población ocupada fue de 19,68 millones, de los cuales un 40 % correspondió a mujeres (7,87 millones en toda Colombia) y 60 % a hombres (11,81 millones).
Sobre este tema, Juan Daniel Oviedo, director del Dane, manifestó en Portafolio lo siguiente:
“Las condiciones institucionales y sociales de confinamiento de los hogares en sus viviendas afecta de forma sesgada no solo a las mujeres, sino al rango de edad entre 25 y 54 años. Tenemos que las tasas de desempleo juveniles tienen un aumento de 4,3 puntos porcentuales, al pasar de 18,5 al 22,8 para el trimestre febrero – abril de 2020”.
La Organización Internacional del Trabajo –OIT–, en su informe La COVID-19 y el mundo del trabajo – cuarta edición, publicado el 27 de mayo de 2020, indica que el COVID-19 inflige un triple impacto sobre los jóvenes: destruye sus empleos, su educación y formación, además de imponer grandes obstáculos en el camino de quienes buscan entrar en el mundo laboral o buscan cambiar de empleo.
En 2019 la tasa de desempleo juvenil de 13,6 % era ya más alta que la de cualquier otro grupo poblacional. Había alrededor de 267 millones de jóvenes –uno de cada cinco a nivel mundial– que no trabajaban ni seguían una educación o formación profesional.
Los jóvenes entre los 15 y 24 años que estaban empleados tenían, además, mayores probabilidades de estar en empleos que los hacían más vulnerables, como ocupaciones mal remuneradas, en la economía informal o como trabajadores migrantes.