La profesión se centra hoy más en habilidades que permiten relaciones sólidas con los clientes, una mejor colaboración interdisciplinaria y una mayor capacidad de recuperación y flexibilidad.
Las habilidades y capacidades digitales se convirtieron en una herramienta mucho más importante y relevante.
La profesión se centra hoy más en habilidades que permiten relaciones sólidas con los clientes, una mejor colaboración interdisciplinaria y una mayor capacidad de recuperación y flexibilidad.
Las habilidades y capacidades digitales se convirtieron en una herramienta mucho más importante y relevante.
Para la Federación Internacional de Contadores –IFAC, por sus siglas en inglés–, es claro que las firmas contables (sin importar su tamaño), los directores ejecutivos de organizaciones profesionales de contabilidad, los líderes y estudiantes de facultades contables de las universidades de todo el mundo y los contadores públicos requerirán nuevas habilidades y una mentalidad diferente a la que se ha mantenido hasta hoy como estándar durante mucho tiempo.
Lo anterior es planteado por Alta Prinsloo, directora ejecutiva de la IFAC y autora del artículo titulado What defines the accountant of tomorrow?, publicado el 26 de agosto de 2020. Expresa lo siguiente:
«Está claro que todos, desde el estudiante que todavía está obteniendo un título hasta el veterano de la industria que ha superado muchos cambios económicos, ven este momento como lo que es: una oportunidad para redefinir lo que significa ser contador, ahora y en el futuro».
La IFAC indica que el COVID-19 irrumpió e interrumpió casi todos los negocios y Gobiernos. A medida que estas entidades navegaban por una transformación digital urgente, pensando la forma en que iban a mantener su fuerza laboral y mantenerse operando, las cabezas de los negocios recurrieron a los contadores.
«Los contadores están en la primera línea para salvar los medios de vida», indica la IFAC. Debido a esto, la profesión se ha beneficiado de manera importante, ha sabido defender su relevancia para Gobiernos y ciudadanos durante este tiempo.
Por su parte, las empresas tienen un sentido renovado del valor que los contadores aportan a su éxito a largo plazo.
Además, la cooperación con los reguladores también está evolucionando.
«Para muchos, esforzarse por lograr una mejor armonía y equilibrio con los reguladores para garantizar una regulación más inteligente y estratégica (en lugar de una mayor regulación) es fundamental para avanzar», asegura el artículo.
La IFAC indica que antes de la pandemia casi el 80 % de las firmas contables medianas y pequeñas encuestadas por la IFAC aseguraron que la tecnología estaba afectando las funciones contables tradicionales.
Sin embargo, cuando la pandemia tomó forma, las habilidades y capacidades digitales se convirtieron en una herramienta mucho más importante y relevante.
«A medida que el trabajo remoto se convirtió en una rutina y los servicios al cliente en línea avanzaron rápidamente, la transformación digital hizo que el futuro se convirtiera en el ayer», manifestó uno de los contadores encuestados.
Para la IFAC, la profesión hoy se centra más en las habilidades que permiten relaciones más sólidas con los clientes, una mejor colaboración interdisciplinaria y una mayor capacidad de recuperación y flexibilidad.
La gestión del cambio, es decir, la capacidad de anticipar, responder y adaptarse a los cambios, es esencial; ha sido la habilidad que más se fortaleció durante la pandemia. En general, las empresas están cambiando el enfoque de insumos obsoletos, como las horas registradas en la oficina, hacia productos de alto valor.
«Los contadores de hoy tienen que presentarse como verdaderos socios estratégicos, solucionadores de problemas y agentes de cambio. Para seguir siendo relevantes, no pueden simplemente producir números; están llamados a contar la historia más amplia detrás de los números y ayudar a resolver las necesidades de la sociedad en el proceso», advierte la IFAC.
Según la IFAC, es imposible hablar de habilidades sin mirar a las generaciones futuras.
«El sistema educativo está en crisis y, como me han recordado muchos académicos, los planes de estudios tardan en evolucionar. Sin embargo, equipar a los estudiantes con las habilidades adecuadas es fundamental para el futuro de la profesión. Para muchas instituciones, la educación presencial sigue siendo la máxima prioridad incluso mientras el aprendizaje en línea está evolucionando», indica Prinsloo.
Independientemente del formato, las universidades están redefiniendo sus propuestas de valor. Es así como la contabilidad está compitiendo con otras disciplinas comerciales, y está claro que las profesiones que invierten ahora saldrán de la pandemia con una ventaja competitiva.
«Para los programas de contabilidad, específicamente, eso puede significar concentrarse en los aspectos más integrados e impactantes de la profesión, y las habilidades específicas que empoderarán a los contadores para cambiar el futuro de los negocios. Eso podría tomar muchas formas. Hacer hincapié en el entrenamiento de habilidades blandas es uno», afirma la publicación.