Para la OIT, hay que promover un diálogo social amplio e informado, para alcanzar un pacto por las pensiones.
Consolidar y analizar el rol del piso de protección social para quienes devenguen menos de un salario mínimo.
Una reforma pensional debe ponderar la complementariedad entre el RPM y el RAIS.
Para la OIT, hay que promover un diálogo social amplio e informado, para alcanzar un pacto por las pensiones.
Consolidar y analizar el rol del piso de protección social para quienes devenguen menos de un salario mínimo.
Una reforma pensional debe ponderar la complementariedad entre el RPM y el RAIS.
La Organización Internacional del Trabajo –OIT– presentó su estudio Los principios de la seguridad social y la reforma de las pensiones en Colombia, elaborado por Pablo Casalí, especialista en Seguridad Social de la OIT para los Países Andinos, y Stefano Farné, director del Observatorio Laboral de la Universidad Externado de Colombia.
Los autores resaltan que en los últimos 25 años se han hecho diversas “reformas” al sistema pensional colombiano.
Sin embargo, persisten retos en cobertura, suficiencia de las prestaciones, solidaridad social, equidad de género, participación de los actores sociales en la administración del sistema, sostenibilidad económica-financiera y diálogo social, que en el contexto actual del COVID-19 se han hecho aún más notorios.
Para la OIT, se debe lograr un pacto social sobre la reforma de las pensiones con base en principios constitucionales y normas internacionales del trabajo, con el objetivo de incidir en los niveles de apropiación y su legitimación para su implementación.
Se trata de promover un proceso de diálogo social amplio, plural e informado, como instrumento para alcanzar un pacto por las pensiones.
«Ya que los cambios impactarán en las generaciones presentes y futuras, el proceso requiere de la participación de actores sociales y otros como la academia y distintas fuerzas políticas en atención a que una reforma de esta naturaleza trasciende la coyuntura política institucional actual», indica la publicación.
Es importante consolidar un piso de protección social a través de la ampliación de Colombia Mayor, garantizando la seguridad económica a todas las personas mayores que no acceden a una prestación del sistema contributivo.
En este punto también se debe analizar el rol del piso de protección social para quienes devenguen menos de un salario mínimo legal, en función de la obligatoriedad de la afiliación a los BEPS y sus efectos para la vinculación con el sistema general de pensiones.
Para los autores, se debe revisar el sistema pensional actual para asegurar prestaciones contributivas que guarden proporcionalidad con los aportes y contribuciones sobre la base de los principios desarrollados en este trabajo, y una matriz de financiamiento sostenible que garantice beneficios suficientes.
Para la OIT, una reforma pensional debe ponderar la complementariedad entre el RPM y el RAIS, procurando que el sistema de ahorro basado en las cuentas individuales pueda complementar el pilar solidario de beneficio definido.
Discutir cambios paramétricos entre los que se debe considerar la necesidad de otorgar una prestación reducida para todas las personas que no logran completar las semanas de cotizaciones, tanto en el RPM como en el RAIS, pero que computan más de 720 semanas de cotización.
Se debe analizar la necesidad de establecer las tasas de reemplazo en el RPM sobre la base de una cantidad de años mayor, aunque teniendo en cuenta las diferentes trayectorias que presentan las mujeres y los hombres en el mercado laboral.
Evaluar la viabilidad de incluir el reconocimiento de tiempos de cotización por el nacimiento de hijos, en el caso de mujeres, y obligaciones de cuidado acreditables que impidan el desarrollo de actividades que fundamenten la cotización en estos períodos.
Para los autores, se deben mejorar la supervisión del sistema de pensiones, «promoviendo una mayor coordinación interinstitucional entre sus componentes contributivos y no contributivos».
En lo que respecta a los fondos privados de pensiones, la regulación del Estado debería abordar las imperfecciones del mercado, como, por ejemplo, la información asimétrica, el riesgo moral, el comportamiento individual miope y la competencia imperfecta.
Los esfuerzos regulatorios también se deberían focalizar en prevenir la evasión, el fraude y los déficits en la administración.