Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para efectos fiscales, el costo depreciable estará conformado solamente por el de adquisición, más los necesarios para poner el activo en condiciones de uso. No se tendrán en cuenta como costo fiscal las provisiones para futuro desmantelamiento, ni las revaluaciones originadas en mediciones posteriores.
El tratamiento contable de las depreciaciones está ceñido a lo estipulado en los marcos técnicos normativos contables, los cuales permiten tomar el costo de adquisición de los activos, más los costos necesarios para su futuro desmantelamiento. Igualmente, dicho valor disminuirá con el valor residual estimado para el activo al final de su vida útil, además de tenerse en cuenta las revaluaciones resultantes de la medición posterior del activo. Algunos de estos aspectos difieren del tratamiento permitido a nivel fiscal.
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