Mantener el SIMPLE y la normalización tributaria, medidas positivas de la Ley 2010 de 2019
Para Anif, reafirmar las facultades especiales para modernizar la Dian dará frutos de aquí a 3 o 4 años.
Gustavo Cote resalta la derogatoria del impuesto al consumo de los bienes inmuebles.
Normalización tributaria debe verse como una fórmula productiva para regularizar patrimonios y generar un recaudo eficiente.
Para Anif, reafirmar las facultades especiales para modernizar la Dian dará frutos de aquí a 3 o 4 años.
Gustavo Cote resalta la derogatoria del impuesto al consumo de los bienes inmuebles.
Normalización tributaria debe verse como una fórmula productiva para regularizar patrimonios y generar un recaudo eficiente.
En su informe, Ley de financiamiento 2.0 y tributación 2020-2030, Anif destaca una serie de elementos positivos que presenta la Ley 2010 de 2019, mejor conocida como Ley de crecimiento económico.
La entidad considera favorables los elementos que, además de incrementar el recaudo tributario, cumplen con al menos uno de los tres pilares de la política fiscal óptima: ampliación de bases tributarias para tener menores niveles de tasas impositivas; mayores gravámenes a agentes-actividades-productos con bajas elasticidades a cambios impositivos; y progresividad tributaria.
Dentro de los puntos positivos, Anif destaca el reafirmar las facultades especiales conferidas al Gobierno para modernizar la Dian; iniciativa que dará frutos a mediano plazo (3 – 4 años).
«Será necesario que esta reforma esté encaminada en seguir las recomendaciones hechas por la OCDE, requiriéndose duplicar su planta administrativa-operativa (hacia un total de unos 14.000 funcionarios), su capacitación y, sobre todo, blindar su nueva administración contra la incidencia política, la cual ha sido el principal foco de corrupción».
Mantener el SIMPLE, una medida positiva
Para Gustavo Cote, exdirector de la Dian, la Ley 2010 de 2019 presenta una serie de disposiciones positivas; una de ellas es la recuperación de las normas que desgravaban el componente inflacionario de los rendimientos financieros de las personas naturales, que habían sido derogadas en la Ley de Financiamiento.
«Este tratamiento tributario es coherente con el hecho de gravar solo la rentabilidad real de los ahorros y evitar el injusto castigo al efecto de la inflación que solo mantiene el valor de los recursos en el tiempo y está al margen de representar enriquecimiento alguno para quien lo percibe», explica Cote.
Para él, también es positivo el haber mantenido el régimen SIMPLE como impuesto sustitutivo del de renta.
«Se trata de un cambio que le imprime progresividad, como es el del aumento de la tarifa para los profesionales independientes con mayores ingresos», afirma.
Otra de las medidas que destaca Cote es la derogatoria del impuesto al consumo de los bienes inmuebles, medida que, como fue diseñada en la Ley 1943 de 2018, produjo en el 2019 un efecto negativo en el negocio inmobiliario, afectando con ello el empleo en el sector de la construcción y en el mercado de los bienes inmuebles.
Visto bueno para impuesto de normalización tributaria
Jeisson Ramírez Morales, contador público, representante legal de Touché Asesores S.A.S. piensa que el impuesto de normalización tributaria es una buena oportunidad para que los contribuyentes queden a paz y salvo.
Sin embargo, «a futuro hay que tener cuidado con brindar tan seguido este tipo de incentivos, puesto que, si se otorgan con mucha frecuencia, por un lado, se reduce la importancia que los individuos dan a ellos; de otra parte, puede desincentivar a los contribuyentes que vienen declarando adecuadamente sus activos y pasivos», indica Ramírez Morales.
Para Daniel Bulla, gerente senior de impuestos de BDO Colombia, este impuesto debe verse como una fórmula productiva para regularizar patrimonios y generar un recaudo eficiente y sin traumatismos, por cuanto resulta mucho más eficiente crear estas campañas de normalización que articular todo un aparato fiscalizador para buscar las omisiones.
«Estas son las últimas oportunidades de regularizar omisiones a un costo razonable, pues en la medida en que entren los intercambios de información con todas las jurisdicciones que están en el radar, el cerco será mucho más estrecho y el costo de la omisión se incrementaría exponencialmente», explica.
Aunque la Ley de crecimiento 2010 de 2019 solo pretendía transcribir las normas de la inexequible Ley de financiamiento 1943 de 2018, acabó modificando aproximadamente 55 normas nuevas.
Por ello, desde Actualícese hemos preparado una zona web especial de la reforma tributaria 2019, en la cual encontrará análisis de nuestro equipo investigador, ayudas audiovisuales y herramientas prácticas que harán más sencilla su labor. ¡Consúltela ya en Ley de crecimiento económico 2010 de 2019: análisis 360º!