«Operatividad diaria del sector financiero se deberá monitorear y asegurar por el COVID-19»
Wilson Romero dice que los bancos deberán atender una adecuada administración de riesgos y del reconocimiento financiero y contable.
En cuanto a los créditos, se presentará un incremento de incumplimientos de los deudores y de las provisiones de riesgo de crédito reconocidas bajo pérdidas esperadas.
Fecha de publicación:
14 de mayo de 2020
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Wilson Romero dice que los bancos deberán atender una adecuadaadministración de riesgos y del reconocimiento financiero y contable.
En cuanto a los créditos, se presentará un incremento de incumplimientos de los deudores y de las provisiones de riesgo de crédito reconocidas bajo pérdidas esperadas.
Wilson Romero, socio de auditoría para KPMG en Colombia, afirma que el costo de la crisis en el sector financiero mundial será muy alto y es una incertidumbre cuantificar su verdadero impacto.
«La velocidad de propagación del brote y la profundidad en el tiempo es incierta; la interrupción de las operaciones, la disminución de las transacciones y las consecuencias en la liquidez del sector, son las mayores preocupaciones para atender y encaminar la estabilidad del sistema financiero, así como el adecuado funcionamiento de los mercados», afirma.
“para el sistema financiero, aunque no se han entregado recursos ni subsidios a los bancos, el Gobierno sí ofreció un soporte para respaldar hasta en un 90 % las deudas de los nuevos créditos de los deudores”Tweet This
En Colombia, para el sistema financiero, aunque no se han entregado recursos ni subsidios a los bancos, el Gobierno sí ofreció un soporte para respaldar hasta en un 90 % las deudas de los nuevos créditos de los deudores.
También ha ofrecido líneas de garantías del Fondo Nacional de Garantías con cupos aproximados de 10 billones de pesos para créditos dirigidos a las pymes, microempresas y pago de nóminas, además de líneas preferenciales, como las de Bancóldex.
Romero explica que, desde el punto de vista interno de la operatividad diaria del sector financiero, hay dos elementos importantes que las instituciones deberán monitorear y asegurar: la adecuadaadministración de riesgos y del reconocimiento financiero y contable:
Administración de riesgos en:
Liquidez. A raíz del brote del virus en el negocio y sus consecuencias en la caída del mercado financiero, la volatilidad y el empeoramiento de la calidad crediticia, se ejerce una presión significativa sobre la adecuación de la solvencia y el restablecimiento del capital de trabajo.
Crédito. El incremento de los incumplimientos de los deudores y de las provisiones de riesgo de crédito reconocidas bajo pérdidas esperadas.
Mercado. La afectación por el aumento de la volatilidad en los datos del mercado, lo cual requiere un mayor cuidado en los límites y de la brecha en los precios de oferta y demanda.
Operaciones. Ha sido de mayor atención lograr la continuidad de las operaciones y de los nuevos procesos creados por fuera de la oficina para ejecutar las operaciones.
Ciberseguridad. Las condiciones de trabajo remotas han incrementado la posibilidad de ataques a la red de TI, que intentan explotar cualquier debilidad de acceso remoto con nuevas técnicas de ataque.
Sistema de control interno. Será relevante supervisar los controles de segregación de funciones, pues pueden volverse ineficaces debido a las ausencias del personal en la oficina, arreglos de trabajo a distancia o a la falta de información necesaria para operar los controles.
Reconocimiento financiero y contable:
Las instituciones financieras requerirán reconocer el resultado de estas nuevas formas de recomponer la solvencia y el capital de trabajo, revelando su efecto en la nueva forma de administrar el riesgo de liquidez y reconocer nacientes fuentes de financiamiento naturales y existentes en las operaciones ya reconocidas, tales como diferir pagos, lograr nuevos acuerdos, etc.
La afectación del riesgo de crédito hace que los presupuestos del año 2020 y el estado financiero incorporen el impacto del incremento del riesgo de los clientes al ingresar en default, y el cambio en los pronósticos de las variables macroeconómicas en los modelos de deterioro bajo NIIF 9. Se esperaría una tendencia a detenerse más en los cambios en las ponderaciones hacia los escenarios desfavorables, lo que implica un mayor juicio por parte de la administración.
Respecto a la medición al valor razonable de ciertos instrumentos financieros, deberán incorporar la recomposición de la información del mercado bajo sus condiciones actuales influidas por el brote del nuevo coronavirus.
Dadas las circunstancias económicas actuales por el brote, puede haber indicadores de deterioro en los activos financieros y no financieros que activen la realización oportuna de las pruebas de deterioro y el reconocimiento de los resultados del análisis.
Los incumplimientos de préstamo o de un acuerdo de préstamo que no haya sido remediado afectará la clasificación de activos y pasivos como corrientes o no corrientes a la fecha de los estados financieros.
El brote puede afectar las proyecciones de la institución financiera en la probabilidad de futuras ganancias imponibles, lo que a su vez podría afectar el reconocimiento del impuesto diferido activo.