El sistema pensional colombiano es desigual porque genera transferencias de recursos a los jubilados de mayores ingresos, según el punto de vista del Banco Mundial.
Personas con bajos recursos y que reciben una pensión deben complementar sus ingresos continuando activos en el mercado laboral.
El sistema pensional colombiano es desigual porque genera transferencias de recursos a los jubilados de mayores ingresos, según el punto de vista del Banco Mundial.
Personas con bajos recursos y que reciben una pensión deben complementar sus ingresos continuando activos en el mercado laboral.
El 27 de octubre de 2021 el Banco Mundial –BM– en su informe Hacia la construcción de una sociedad equitativa en Colombia señaló que el sistema pensional colombiano es desigual, lo que convierte a nuestro país en uno de los más inequitativos a nivel global.
El análisis de la entidad presenta que el sistema de pensiones se caracteriza por baja cobertura y participación, especialmente en los deciles inferiores de la distribución del ingreso.
En Colombia, muchas de las personas que serían elegibles para una pensión, basándose únicamente en la edad, no la reciben, y este caso es mayor cuando los ingresos son más bajos.
Lo anterior se debe a una mayor incidencia de la informalidad en los niveles de ingresos más bajos, combinada con el requisito de que una persona contribuya durante 25 años.
En el país contribuyen menos los trabajadores de ingresos más bajos que los trabajadores de ingresos más altos, lo que da como resultado una fracción mayor de personas de ingresos altos que se jubilan y reciben una pensión más adelante en la vida.
Indica el BM:
Como consecuencia, los pagos de las pensiones públicas se concentran en las personas que se encuentran en los deciles más altos de la distribución del ingreso.
El informe destaca que la baja tasa de participación de las personas de bajos ingresos y su baja cobertura tienen dos efectos.
El primero: las personas de los deciles inferiores que reciben una pensión deben, posiblemente, seguir trabajando para complementar los ingresos por pensiones. De hecho, la pensión contributiva que reciben no supera el 25 % del ingreso total.
El segundo: la mayor parte del gasto en pensiones públicas alcanza el decil superior de la distribución del ingreso. “Esto refleja las mayores contribuciones y la mayor densidad de contribución entre este grupo, y se deriva de las diferencias en los salarios, el estatus de formalidad y la estabilidad de la carrera durante la vida laboral. En cierto modo, este resultado no representa, en sí mismo, un problema de equidad”, analiza el BM.
El informe explica que existen dos fuentes de subsidios implícitos. Uno corresponde a quienes contribuyen al sistema público de pensiones, pero no acumulan suficientes semanas para obtener una pensión, recuperan sus contribuciones ajustadas por la inflación y no por el retorno real que sus ahorros hubieran generado si se hubiesen invertido en el mercado financiero.
Explica el BM:
Debido a que, en un sistema de reparto, como el régimen público de pensiones colombiano, las contribuciones corrientes se utilizan para pagar las pensiones corrientes, el mecanismo de rembolso es financieramente equivalente a que el Gobierno pida prestado de aquellos afiliados que no recibirán una pensión a una tasa de interés subsidiada para pagar los beneficiarios corrientes.
En segundo lugar, la combinación de la edad de jubilación, la tasa de reemplazo bastante alta y las bajas tasas de contribución hacen que el sistema sea actuarialmente generoso.
Esta generosidad es progresiva; es decir, la tasa interna de retorno de contribuciones y pensiones es mayor para las personas con salarios más bajos, incluso para las personas con progresión salarial a lo largo de sus vidas laborales:
Sin embargo, el hecho de que las personas con ingresos altos tengan probabilidades más altas de acumular una pensión que las personas con ingresos bajos, inclina la generosidad agregada del sistema hacia las pensiones de altos ingresos.
Para el BM está claro que los subsidios implícitos en el sistema de pensiones de Colombia corresponden principalmente a los beneficiarios de pensiones elevadas, lo que se traduce en que el sistema pensional colombiano es desigual.
La distribución de estos subsidios explica el informe, se puede aproximar observando cómo las transferencias a Colpensiones para cubrir el déficit del sistema público de pensiones se distribuyen por nivel de ingresos.
La mayor parte del déficit está donde se concentra la mayoría de los pagos de pensiones, es decir, en las pensiones más elevadas. Sin embargo, el BM enfatiza que el sistema público de pensiones está diseñado para ofrecer mayores retornos internos a salarios más bajos y carreras más cortas.
Además, el déficit resulta de la combinación de baja participación y altas tasas de reemplazo, y la distribución de este déficit se debe al hecho de que las personas con trayectorias profesionales largas y salarios altos tienen más probabilidades de devengar una pensión pública.
Sin embargo, “llama la atención que, en general, el sistema de pensiones genere una transferencia de recursos hacia los jubilados de mayores ingresos”.