Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Cuando el contador público da fe pública le entrega al cliente sus datos, entre ellos, el nombre, número de tarjeta profesional y firma, con el riesgo de que luego puedan ser usados para fines ilegales, tales como la suplantación. Compartimos algunas estrategias que pueden protegerlo de este riesgo.
Cuando el contador da fe pública en materia contable, ya sea certificando y dictaminando estados financieros o elaborando certificados de ingresos, debe adjuntar su nombre, número de tarjeta profesional y firma a la información que haya revisado o preparado. Esta situación es aprovechada por algunos clientes o personas inescrupulosas que, cuando tienen la oportunidad de acceder a los datos del contador público, los aprovechan para certificar otra información de la cual el profesional contable no tiene conocimiento.
En los casos de suplantación, el profesional contable corre un gran riesgo, puesto que sus datos generalmente son utilizados para certificar información falsa o para cometer fraudes al fisco, lo que conlleva a la posibilidad de que se vea involucrado en investigaciones disciplinarias, penales y fiscales, con el riesgo de perder su tarjeta profesional y de tener que responder civilmente en caso de que no pueda demostrar su inocencia. Por lo anterior, en este editorial compartimos algunas recomendaciones que le pueden evitar inconvenientes de este tipo.
Aunque esta recomendación parece obvia, es fundamental que el contador público se cerciore de que las personas que acepta como clientes son confiables; no solo porque deberá otorgar fe pública sobre la información para la que le hayan contratado, sino porque, como dijimos anteriormente, estos clientes tendrán acceso a sus datos.
Entendemos que al contador público le es difícil conocer la forma de proceder de su cliente, y mucho más el hecho de saber si este pretende darle un uso indebido a su nombre, firma y número de tarjeta profesional después de culminar el encargo que hayan suscrito. No obstante, si desde el principio las condiciones que le ofrece el cliente son sospechosas, como es el caso de clientes que solicitan que les maquillen sus estados financieros o sus declaraciones tributarias, o que les firmen certificados de ingresos falsos, es claro que el posible cliente no es de fiar. Es mejor perder un cliente y no la posibilidad de ejercer la profesión.
El portal de la Dian cuenta con una opción, en la cual el profesional contable puede revisar en cuáles sociedades figura como revisor fiscal. Dicho esto, en caso de que observe que aparece relacionado con una sociedad con la cual no tiene vínculos puede solicitar que realicen la respectiva corrección. Consulte nuestro editorial A través del portal de la Dian se puede consultar en cuántas entidades figura como revisor fiscal para conocer como acceder a este servicio.
Algunos contadores y revisores fiscales cuentan con el mecanismo de la firma digital para firmar las declaraciones tributarias de sus clientes.
El numeral 3 del artículo 4 de la Resolución 000070 de noviembre de 2016 de la Dian, señala que el contador o revisor fiscal puede solicitar la revocación de la firma por medio de una petición presencial ante el área de Asistencia al cliente o quien haga sus veces en las direcciones seccionales de la Dian; para ello deben indicarse las causas de la decisión.
Algunos contadores optan por adjuntar una marca de agua en las ocasiones en que entregan fotocopias de su tarjeta profesional, en las cuales especifican que la misma solo es válida para cierto tipo de trámite. Esta puede ser una medida efectiva cuando se estén elaborando certificados de ingresos.
Cuando se entere de que ha sido víctima de suplantación, lo mejor es solicitar los servicios de un abogado, y denunciar inmediatamente el hecho ante la fiscalía, aportando las pruebas que considere necesarias. No basta con hacer el reclamo por su parte, porque los hechos para los cuales haya sido utilizada su información pueden tener consecuencias de tipo penal y profesional.
Sabemos que la suplantación es un riesgo al que están expuestos todos los contadores por igual. Cuéntanos en los comentarios qué otras estrategias aplicas en tu ejercicio profesional para protegerte.
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