Para Fitch Ratings, los impuestos propuestos por la reforma tributaria podrían reducir, potencialmente, en el corto plazo, el consumo de los hogares.
La expectativa de Moody’s se centra en el debate, los cambios tendrá y cómo estos afectarán el crecimiento económico, la consolidación fiscal y los temas sociales.
Calificadoras reconocieron la Ley de Inversión Social, la primera aprobada por algún país de América Latina y de la OCDE en medio de la pandemia.
La calificadora de riesgos esperará el conjunto de medidas que se aprobarán en la reforma tributaria y así comparar a Colombia con otros países.
Presidente Iván Duque dijo que el país ha tenido que aumentar su endeudamiento y el déficit fiscal para enfrentar los efectos del COVID-19.
Para Anif, una reforma fiscal de corto plazo es fundamental para balancear las finanzas, defender el grado de inversión de la deuda soberana e incentivar la inversión para generar empleo y recuperar los ingresos de los hogares.
Las consecuencias de la pérdida del grado de inversión serían profundas. Podría presentarse una disminución en la inversión extranjera directa, así como una fuga de capitales que refuercen la depreciación del peso frente al dólar estadounidense.
Iván Duque criticó a las calificadoras de riesgo por evaluar a los países con criterios prepandémicos.
La agencia S&P Global Ratings bajó la calificación de Colombia a BB+ con perspectiva estable, quitándole grado de inversión al país en medio de la crisis y tras el retiro del proyecto de reforma tributaria.
Para Renzo Merino de Moody»s, el ajuste fiscal que se debe llevar a cabo será mucho mayor que en el pasado, lo que incrementa la importancia de una posible reforma fiscal.
Richard Francis, de Fitch Ratings, afirma que se debe ampliar la base del IVA o quitar las exenciones para el impuesto a la renta.
Para Fitch Ratings, la única manera para que el país tenga un ajuste fiscal sostenible en el tiempo es a través de una nueva reforma tributaria estructural.
Moody’s Investors indica que un elemento importante que apoyaría un proceso de consolidación fiscal es un aumento en los ingresos del Gobierno.
Fitch Ratings rebajó la calificación soberana de Colombia de ‘BBB’ a ‘BBB-’ y mantuvo perspectiva negativa. Así, el país podría perder su grado de inversión.
Es probable que el crecimiento económico para 2020 que se utiliza para las proyecciones pueda ser excesivamente optimista.
El recaudo neto a partir del año en curso será negativo por la reducción de impuestos.
Con que dos calificadoras coincidan en su calificación, el país se puede considerar riesgoso.
Cuentas del Gobierno nacional indican que para 2020 se podrían recaudar $200.000 millones.
Para 2021 y 2022 el recaudo sería neutro a causa del fortalecimiento de la Dian y el crecimiento económico y empresarial.
Calificadoras de riesgo muestran preocupación y creen que ingresos disminuirán para 2020.