El International Institute for Management Development -IMD- reveló que entre 2018 y 2019, Colombia avanzó seis posiciones, hasta el 52, en el Índice de Competitividad Integrada, la mejor casilla obtenida desde el 2010.
Las modalidades más usadas de soborno fueron los pagos para agilizar trámites y el cierre de negocios y/o contratos. Frente al proceso electoral que se presentará el próximo año, el 51 % de los empresarios considera que las contribuciones a campañas políticas es una forma común de soborno.
Incumplimiento en contratos y cantidad de horas en procesos de importación y exportación son razones para que la competitividad nacional se vea afectada. Manizales y Pereira son las ciudades que mayores prácticas regulatorias presentan y las ciudades con mejores reformas en el ámbito empresarial.
Así lo confirma la decimosexta edición del Barómetro de Empresas, elaborado por Deloitte, cifra que representa un aumento de 11,7% respecto a la edición anterior. Frente a las percepciones positivas, el 15% de los encuestados piensa que la situación económica actual se encuentra mejor.
Un espaldarazo recibe nuestro país por su buen clima de negocios, ya que sigue escalando posiciones a nivel mundial y la inversión extranjera toma, cada vez, más fuerza. Aunque estamos a la cabeza de la región, todavía hay factores en los cuales trabajar.