El 24 de diciembre de 2020 la Superintendencia de Sociedades emitió la Circular Externa 100-000016, con la que cambió el concepto de SAGRLAFT a Sagrilaft. Este es un sistema que algunas empresas deben implementar para determinar los riesgos de lavado de activos y financiación del terrorismo.
Por el COVID-19, en materia de riesgo surgen nuevos conceptos, como es el dinamismo del riesgo, a los que los auditores deben estar atentos.
Leonardo Mora afirma que el dinamismo de los riesgos hace que debamos crear una interconectividad de dichos riesgos con otros, los cuales antes no eran tenidos en cuenta y no eran visibles.
Leonardo Mora y Boris Forero dicen que, por el COVID-19, en materia de riesgos surgen conceptos como el dinamismo del riesgo, a los que los auditores deben estar atentos.
Se pueden presentar demoras en la preparación y entrega de información, e incremento en las deficiencias de control.
Los revisores fiscales desarrollan, en su labor, una comprensión del negocio de sus clientes, entendiéndolo desde sus riesgos y fortalezas. Por eso pueden trabajar de la mano de sus clientes, actuando como “asesores” que los lleven a repensar sus estrategias.
La identificación y evaluación de los riesgos a los que está expuesta la empresa es un elemento clave que le permitirá al auditor planear adecuadamente los procedimientos de auditoría.
Las Normas Internacionales de Auditoría –NIA– definen los lineamientos para llevar a cabo este proceso.
La identificación y la valoración de los riesgos hacen parte de las labores del auditor, de acuerdo con lo establecido en la NIA 315. Esta norma resalta la importancia del juicio profesional y la información contable de la organización para que el auditor cumpla a cabalidad con su responsabilidad.