El método de saldos decrecientes permite depreciar de forma acelerada un activo, debido a que bajo este método el gasto por depreciación es mayor durante los primeros años de vida útil del bien.
A continuación, explicamos mediante un ejemplo práctico la aplicación de este método.
Los activos biológicos a los que no se les pueda estimar su valor razonable deben medirse por el modelo del costo-depreciación-deterioro.
Bajo el modelo del costo, se debe elegir el método de depreciación y la vida útil que refleje la forma en que se consumirán los beneficios del activo.
Debido al COVID-19, la mayoría de empresas han tenido que suspender sus operaciones y, por tanto, dejar de percibir ingresos.
Frente a esta situación, analizamos, a la luz de las normas contables y fiscales, si estas empresas deben seguir depreciando los activos que no estén utilizando.
Entre los distintos métodos de depreciación contenidos en la sección 17 del Estándar para Pymes se encuentra el método de depreciación decreciente. En este editorial lo analizaremos.