De acuerdo con lo señalado en la NIA 500, dentro de la labor del auditor se tiene la responsabilidad de reunir las evidencias que sean útiles en la generación de las conclusiones que se deben presentar como resultado del procedimiento de auditoría, y establecer las herramientas para la recolección de la información.
El Auditor debe conocer la información del balance antes de la reexpresión, para poder tener una idea concreta de cuál era la situación de la empresa antes de la adopción de las NIIF, en qué situación queda y así mismo, poder expresar su opinión independiente.