Las pólizas de seguros deben ser analizadas desde el marco conceptual, con el fin de evaluar si cumplen con la definición de activo, qué tratamiento darle y cómo afecta posteriormente el estado de resultados de la entidad. En la esencia de un negocio de aseguramiento intervienen varias partes; la aseguradora, entidad responsable del riesgo cubierto: el asegurado, quien paga la póliza y tiene un interés asegurable, y el beneficiario, quien en un momento dado podría obtener la indemnización por cualquier concepto que pague la aseguradora.