Según datos expuestos por el conferencista, el 70% de las empresas familiares no logra pasar a la segunda generación y del 30% que logra pasar a la segunda generación solo un 15% logra pasar a la tercera generación. Lo anterior nos indica que de cada 100 empresas familiares solo cuatro aproximadamente logran trascender a una tercera generación, impactando enormemente el producto interno bruto de nuestros países y afectando de una manera importante las tasas de desempleo.
Cuando se habla de empresa familiar hay que tener claro que ésta pertenece, totalmente o en su mayor parte, a una persona o varios miembros de la misma familia. Una sola familia es propietaria, la administra o ejerce alguna forma de control. La mejor manera de lograr su perdurabilidad en el tiempo, pasando de generación en generación, es la planificación.