María del Pilar Duitama invita a los contadores públicos a apoyar el trabajo, el CTCP y a brindar ideas para mejorar la profesión contable.
Para ella, falta participación por parte de los contadores públicos para que la profesión crezca y cada día sea mejor.
Conoce más sobre este tema a continuación.
María Del Pilar Duitama afirma que los contadores públicos deben trabajar para que las reformas de la profesión contable, si se llegan a dar, sean eficaces.
Un defecto que se observa es que los contadores públicos no sacamos un espacio para leer los proyectos de reforma y comentarlos.
CTCP continuará construyendo propuestas para la actualización de la contaduría pública.
Trabajará en simplificar los requisitos relacionados con la contabilidad, las Normas de Información Financiera y la aplicación de Normas de Aseguramiento de la Información.
Conoce más sobre el tema a continuación.
Para Óscar Darío Pérez, los proyectos que buscan darles un giro a la contaduría pública y a la revisoría fiscal son una necesidad.
La revisoría fiscal debe conservar su estatus, pero se deben revisar las funciones que le han sido impuestas desde 1971.
El contador deber ser un analista activo y proactivo.
Myriam Lozano promoverá acciones para que la profesión del contador público se autorregule como en otros países.
Junta Central de Contadores debe separar su función administrativa de la disciplinaria.
Debe defenderse la revisoría fiscal como institución, dotándola de normas que protejan al revisor fiscal.
El CTCP amplió el plazo para la recepción de comentarios sobre el documento para discusión pública proyecto régimen de la contaduría pública.
Para Walter Ante, se requiere que las instituciones de la contaduría pública no estén politizadas.
Miembros del Tribunal Disciplinario de la JCC y el CTCP deben llegar por concurso de méritos.
A contadores y revisores fiscales se les debe practicar un examen, y deben demostrar horas de actualización.
Rodrigo Vallejo afirma que si es elegido como representante a la Cámara se enfocará en los proyectos de la profesión contable, en la creación de un registro único de revisores fiscales y de un fondo para el pago de los honorarios.
Dice que la Dian no puede seguir viendo a los contadores públicos como enemigos y menos como sus empleados de segunda clase.
Miguel Ángel García afirma que es penoso ver que las reformas tributarias las discutan congresistas de todas las profesiones y no contadores públicos.
Los contadores que han pasado por el Congreso han llegado por mérito propio y no necesariamente porque hayan recibido un apoyo de la profesión.