Rotar constantemente el personal de una empresa es sinónimo de altos costos económicos, fallas en la productividad y es mala señal para la imagen de la compañía. Reemplazar a una persona en un cargo operativo le puede costar a una organización entre el 30 % y el 50 % del salario anual de un empleado.
Hay que ser claros y decir que se puede perfectamente continuar con el trabajador que adquiere su pensión. Ahora, la esencia de la norma es que haya una renovación generacional en los puestos de trabajo, que salga el ‘viejito’ y entre el joven, y así se suministra trabajo a todos.