El deterioro en el valor de los activos deberá ser calculado por lo menos al cierre de cada período. En este sentido, es necesario determinar el efecto de los factores, tanto internos como externos a la organización, que pueden generar un importe recuperable inferior al valor del importe en libros.
Se considera que un activo está deteriorado cuando por alguna razón la expectativa de beneficios futuros se vea disminuida; la Sección 27 del Estándar Internacional para Pymes detalla la información mínima a revelar sobre dicho tema.