A diferencia del arbitraje, que es un mecanismo alternativo de solución de conflictos en el que las partes conceden a árbitros la solución de una controversia que autorice la ley, el compromiso es un negocio jurídico en el que las partes de un conflicto convienen resolverlo en un tribunal arbitral.
Es una forma de negociación colectiva con la que se promueve la intervención de las partes o sus representantes en aras de solucionar una diferencia que ha dado pie a la instauración de un conflicto colectivo. Esta termina cuando el período inicial caduque, o 20 días después en caso de prórroga.