CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Todos llegaremos a una edad en la que dejaremos de ser competitivos y atractivos para el mercado laboral. Las posibilidades de conseguir empleo y seguir obteniendo ingresos a partir de nuestra fuerza de trabajo se reducen con el paso del tiempo. La vejez trae consigo no solo la disminución de oportunidades laborales, sino también el desafío de mantener un nivel de vida digno.
Además, a lo largo de nuestras vidas ninguno de nosotros está libre de padecer enfermedades o sufrir accidentes que puedan conducirnos a un estado de invalidez, reduciendo nuestra capacidad laboral de forma significativa, así como nuestras oportunidades de trabajar y obtener ingresos. Asimismo, aunque la muerte es un hecho inevitable, su momento es incierto y, ante esta eventualidad desafortunada, las personas que dependen de nosotros podrían enfrentarse a situaciones de desprotección y vulnerabilidad.
En este contexto de contingencias, los sistemas de pensiones desempeñan un papel crucial al proporcionar un conjunto de prestaciones económicas que garantizan ingresos durante la vejez, así como protección en caso de invalidez o fallecimiento.
Los sistemas de pensiones se basan en los principios de ahorro y aseguramiento. Por un lado, es natural ahorrar para el futuro cuando se anticipa una reducción significativa de ingresos, como ocurre con la llegada de la vejez. Por otro lado, ante la posibilidad de enfrentar eventos inesperados que también reducen los ingresos, como la invalidez o el fallecimiento, es lógico adquirir un seguro.
En Colombia, el aseguramiento en pensiones es uno de los grandes componentes de la seguridad social y se constituye en una garantía que tiene por objeto proteger a la población contra estas contingencias.
No obstante, a pesar de que el aseguramiento en pensiones es un derecho y un deber del Estado, en Colombia pocas personas están cubiertas por algún tipo de protección para la vejez, la invalidez y la muerte. Esto se debe a que el acceso a las prestaciones de la seguridad social depende principalmente de las contribuciones de los trabajadores afiliados que se encuentran en el sector formal y con contrato laboral. Al respecto, cabe señalar que el mercado laboral colombiano se caracteriza por su alto índice de informalidad y por las bajas cotizaciones al sistema de la seguridad social.
En la siguientes líneas abordaremos los temas centrales del nuevo sistema de protección integral para la vejez de la Ley 2381 de 2024.