Para Flor Stella Quiroga, los contadores públicos no pueden rezagarse en su ejercicio.
Deben asumir la responsabilidad personal de su propio aprendizaje, desarrollo profesional continuo y competencias necesarias.
Las universidades tienen un gran desafío con las nuevas generaciones de la contaduría pública.
Flor Stella Quiroga, representante de los contadores públicos ante el Tribunal Disciplinario de la Junta Central de Contadores, afirma que el contador público actual que está ejerciendo, debe buscar mantener las competencias que tenga y sean vigentes, así como adquirir nuevas que le permitan reestructurar los roles que le demande el mercado o la sociedad.
Las universidades tienen un gran desafío con las nuevas generaciones de la contaduría pública. Este tiene que ver con su capacidad para dotarlos de las destrezas y del comportamiento ético, e incluso de la actitud, requeridos para un entorno que está en constante evolución, que exige adaptabilidad.
La educación contable debe mostrar a la generación más joven, a nuestros relevos, que la profesión de la contaduría pública es una oportunidad, que además es dinámica, atractiva, actualizada, moderna.
Actualmente, y aún más en el futuro, los roles en analítica de datos o de especialistas en big data como servicios de tecnología de la información hacen parte del resorte de los comportamientos y competencias que los contadores deberán asumir.
Un contador hoy debe entender que cada vez los cambios en el ecosistema empresarial son más profundos, los negocios más disruptivos, que la transformación digital y la tecnología continuarán cambiando su trabajo diario independientemente de su función o de su ubicación para desempeñarse.
Teniendo clara esa dinámica, el contador entenderá que su rol puede transformarse, que las exigencias en sus competencias y habilidades serán diferentes y que deberá estar dispuesto a nuevos aprendizajes, especialmente, en temáticas emergentes como big data, analítica de datos y de otras inteligencias artificiales.
Así que un contador para no rezagarse en su ejercicio debe asumir la responsabilidad personal de su propio aprendizaje, de su desarrollo profesional continuo, comportamientos y competencias necesarias para tener éxito en el futuro ecosistema empresarial.
Lo primero que recomiendo es conocer los riesgos a los que nos enfrentamos cuando no podemos cumplir con las competencias profesionales que el mercado nos puede demandar; y, por supuesto, conocer los beneficios y funcionalidades que las tecnologías ofrecen.
Es importante tener claro que las organizaciones necesitan tecnologías fiables y completas para cubrir sus necesidades, tanto como los profesionales contables necesitamos asegurar la confianza de los informes y de la información en general mediante el procesamiento y el flujo de datos completos, relevantes y precisos.
Lo segundo que recomiendo es planificar nuestro desarrollo profesional continuo estando listos para aprender sobre estas temáticas digitales emergentes, que nos brindan adaptabilidad y el aprendizaje permanente para responder de manera efectiva a un entorno de rápido cambio tecnológico, demostrando al mismo tiempo la agilidad intelectual para adoptar formas de trabajo.
Finalmente, como contadores tenemos la responsabilidad de reconocer, aceptar y trascender la incertidumbre que rodea nuestra profesión, me refiero a la automatización y a la tecnología.
Hoy en el mundo se dice que los contadores públicos son profesionales de confianza tanto en el sector público como en el privado. Esta confianza que la sociedad deposita en los profesionales contables conlleva un reto sumamente importante, me refiero al desarrollo profesional continuo o permanente, necesario para desempeñar los roles y las responsabilidades para brindar servicios de calidad y competentes, pues el prestigio de la profesión depende de la calidad con que sus profesionales ejercen.
El contador actual, el que está en ejercicio, debe propender a mantener aquellas competencias que tenga y sean vigentes y adquirir nuevas que le permitan reestructurar los roles que le demande el mercado o la sociedad.
Así mismo, deberá desarrollar habilidades (intelectuales, técnicas, personales e interpersonales, comunicativas, organizacionales) que se sustentan en la ética, la confianza, la integridad y el reconocimiento de su responsabilidad de interés público.
El desarrollo profesional continuo es el desafío de los contadores y a su vez su tabla de salvación para mantenerse vigente.
Pienso que una de las falencias más grandes que tenemos es la fragmentación regulatoria que consecuentemente genera inconsistencias en la regulación de la profesión. Considero que es necesario un esfuerzo para modernizar, armonizar y compilar su marco regulatorio.
De otra parte, considero que estamos en mora de hacer exigencias a la universidad; esta debe responder por la formación de sus egresados, finalmente son su extensión y razón de ser.
La universidad debe preocuparse por que sus programas apunten a resolver las complejidades del mundo cambiante y a desarrollar la capacidad de resolver problemas críticos de la sociedad y, lo más importante, a formar profesionales con capacidad de adaptación frente a los nuevos escenarios, a promover su desarrollo profesional, a cultivar la capacidad de resolver un problema, a fortalecer su pensamiento crítico para asumir su responsabilidad profesional futura, en este caso como profesionales de la contaduría.
Ningún proyecto es perfecto, seguramente a algunos les satisface y a muchos no. El proyecto se encuentra en discusión, en construcción colectiva por parte de los contadores, inacabado, es un insumo que ha sido puesto generosamente por un grupo de colegas que participaron de las diferentes mesas de trabajo y discusión, que merece todo el respeto del caso. Se espera la participación del gremio, conocer sus inquietudes, sus contrapropuestas, sus aportes.
Solo destacaré el tema de gobernanza, temática en la que participé, que ya en su consolidación en el proyecto, en su redacción, no atendió nuestra expectativa, así que trabajamos actualmente en este tema para lograr cambios de fondo.