Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Crear trabajos dignos y formales: reto del Ministerio del Trabajo


Crear trabajos dignos y formales: reto del Ministerio del Trabajo
Actualizado: 1 agosto, 2016 (hace 8 años)

Clara López Obregón, ministra del Trabajo, tiene claro que uno de cada dos desempleados en Colombia tiene entre 18 y 28 años de edad, y por tal motivo se deben seguir generando oportunidades de formación, empleo y emprendimiento para los jóvenes y eliminar las barreras que se encuentran al crecer.

La ministra del Trabajo, Clara López Obregón, destaca que aunque en los últimos años se ha logrado bajar las tasas de desempleo juvenil en el país, estas continúan siendo altas, por lo que una de sus prioridades al frente del Ministerio es diseñar políticas con el fin de contrarrestar estos índices de desocupación.

“una de las principales preocupaciones para López Obregón es lograr mayores resultados en la disminución del desempleo juvenil”

Pese a que el desempleo en el país para personas entre 18 y 28 años cayó de 19,9% en el 2010 a 15,3% en el 2015, es decir, 4,6%, cifra superior a la caída de la tasa de desempleo nacional que disminuyó 2,6% en igual lapso, una de las principales preocupaciones para López Obregón es lograr mayores resultados en la disminución del desempleo juvenil, teniendo en cuenta los altos niveles de desocupación que afectan a este segmento de la población.

«Aunque las cifras indican que uno de cada cuatro empleos generados de enero de 2010 a diciembre de 2015 fue para jóvenes entre 18 y 28 años de edad, que equivalen a 839 mil nuevas plazas de trabajo, también es una realidad que uno de cada dos desempleados pertenece a este rango de edad», expresa López Obregón.

Si bien durante el último año 20 de las principales ciudades del país presentaron una disminución en la tasa de desempleo juvenil, donde Bogotá registró la cifra más baja, 13,2%, seguida de Bucaramanga, 13,9%, y Montería, 14,8%, todavía hay dificultades serias en sitios como Armenia, Quibdó y Popayán, donde las oportunidades laborales resultan escasas para los jóvenes y evidencian tasas de desempleo superiores al 20%.

Para la Ministra, «entre las principales tareas pendientes con los jóvenes, el Gobierno y la sociedad deben seguir generando oportunidades de formación, empleo y emprendimiento para jóvenes y eliminar las barreras que se encuentran al crecer». En esta materia, uno de los principales retos es que las personas de menor edad encuentren trabajos dignos y formales.

Lo anterior teniendo en cuenta que en el 2010 solo el 32,1% de los jóvenes tenían un trabajo formal, mientras que en el 2015 llegó a 38,4%, aún insuficiente. Hoy, 3 de cada 5 jóvenes que trabajan no cotizan al sistema de seguridad social.

Existen prejuicios o ideas negativas sobre las capacidades de los jóvenes. «No reciben la oportunidad de probar lo que pueden aportar, de allí que el Ministerio de Trabajo ha concentrado esfuerzos en abrirle la puerta a este grupo de la población y cambiar la cultura del empleo. En este sentido es que se impulsaron de tiempo atrás medidas como la Ley de Primer Empleo, el programa 40 mil Primeros Empleos y la Ley Projoven, por citar solo algunos casos».

Esta última medida, la Ley Projoven, eliminó uno de los mayores obstáculos que tenían los jóvenes en la consecución de trabajo: la presentación de la tarjeta militar para empezar a laborar. «Esa normativa suprimió esta exigencia, además de que ofrece nuevos incentivos para la contratación de jóvenes y pone en marcha programas de empleo en zonas rurales para este sector de la población», dice López Obregón.

De igual forma, teniendo en cuenta que otro de los tropiezos con los que se enfrentan los jóvenes para ocupar alguna vacante, es que no encuentran las oportunidades y desconocen cómo buscarlas, la Ministra recuerda que con tal fin se creó el Servicio Público de Empleo, como un instrumento para facilitar la relación entre buscadores de empleo y empresas.

Ante los bajos niveles de escolaridad de muchos jóvenes y las dificultades que encuentran por no tener mayores oportunidades de formación, existen programas como “Talentos para el empleo”, por medio del cual se puede acceder a becas y auxilios de transporte para la validación del bachillerato y cursos cortos. A su vez, las unidades vocacionales de aprendizaje en empresa –UVAE– desarrollan programas para entrenar y complementar la capacidad de los trabajadores y el programa TransFórmate brinda información técnica laboral o validación de la educación media para jóvenes víctimas del conflicto que se encuentran en etapa de reparación.

«A la par con estas iniciativas, el SENA cuenta con Formación Profesional Integral, que al momento ha preparado un total de cerca de 7 millones de aprendices, y también está la capacitación en el marco del Mecanismo de Protección Cesante, que ha instruido a más de 288 mil personas», dice para finalizar López Obregón.

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