Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Si los Contadores Públicos ya cuentan con las Normas Internacionales de Información Financiera, pues entonces ya muchos colocan sobre la mesa los Estándares Internacionales de Auditoría (ISA). Y es un tema muy importante ya que se necesitan como un sello de garantía y credibilidad para los sistemas contables.
Se requiere entonces de unos Estándares Internacionales de Auditoría para que los inversionistas extranjeros coloquen sus ojos en Colombia a la hora de hacer negocios. En auditoría, será inevitable adoptar un entorno de auditoría que sea fuerte, compuesto por control interno efectivo, regulaciones estrictas para salvaguardar la independencia del auditor, mecanismos para hacer forzoso el cumplimiento de los estándares de auditoría, y cuerpos efectivos de supervisión pública que realicen inspecciones e investigaciones.
Los Estándares Internacionales de Auditoría son emitidos de manera independiente y cuentan con una estructura definida. Estos están siendo adoptados de manera acelerada por muchos países a nivel mundial, de igual manera como ocurrió con las Normas Internacionales de Información Financiera, de una forma acelerada.
En junio de este año la International Organization of Securities Commissions (IOSCO) emitió una declaración sobre la culminación del proyecto de los ISA, de la misma forma reconoce el importante rol que juegan en la facilitación de las ofertas y los registros transfronterizos de los valores.
También se reconoció los estándares clarificados, fomentando que los reguladores de valores acepten las auditorías realizadas y reportadas según los nuevos ISA. IOSCO resaltó los aportes que los Estándares Internacionales de Auditoría hacen a la información financiera global y al respaldo que dan para la confianza de los inversionistas y la toma de decisiones.
Para Samuel Alberto Mantilla, Contador Público y especialista en Revisoría Fiscal y Auditoría Externa
«El principio fundamental que está detrás de la implementación de los estándares globales es el de pesos y contrapesos: un objetivo común/compartido e independencia en el ejercicio de cada rol. El objetivo es tener un solo conjunto de estándares globales de información financiera de la más alta calidad y se está concretando, de manera paulatina pero acelerada, en todo el mundo. Los roles diferentes son, ahora, los de emisor, preparador, evaluador, auditor, supervisor, calificador, analista y asesor legal.
Quedó atrás que una sola profesión (Contaduría Pública) o una sóla persona (Natural o Jurídica) ejerciera simultáneamente varios de esos roles. La condición de independencia ha generado una nueva institucionalidad (Gobierno Corporativo), así como el imperativo de ceñirse rigurosamente a estándares no solo técnicos sino de ética y de aseguramiento de la calidad».
Mantilla asegura que será inevitable adoptar un entorno de auditoría que sea fuerte, compuesto por control interno efectivo, regulaciones estrictas para salvaguardar la independencia del auditor, mecanismos para hacer forzoso el cumplimiento de los estándares de auditoría, y cuerpos efectivos de supervisión pública que realicen inspecciones e investigaciones.
Carlos Alberto Montes, Contador Público y Especialista en Revisoría Fiscal y Auditoría Externa, asegura que al tema de Auditoría hay que ponerle mucho cuidado.
«Hoy es fundamental tener en cuenta el Aseguramiento. Cabe recordar que este es un término que surgió en los años 80, cuando la comunidad internacional estaba perdiendo credibilidad en Auditoría. En ese tiempo la Auditoría estaba encaminada a que los Estados Financieros cumplieran con ciertas normas.
La crítica que surgió es que los Estados Financieros fueron concebidos para una época donde la Contabilidad tenía otro tipo de concepción. Hoy por hoy la información cuantitativa es fundamental, sin embargo los empresarios requieren que el Auditor informe de aspectos cualitativos de la información que le den seguridad de los hechos reflejados en la información financiera y tengan seguridad para tomar decisiones”.
Para nuestro país se presentan dos alternativas. Adoptar los Estándares Internacionales de Auditoría o los Estándares de Auditoría de la US-PCAOB, que son, en el presente los estándares que cumplen las condiciones de ser estándares internacionales de aceptación mundial y contienen las mejores prácticas en la auditoría internacional en el presente y que responden a la rápida evolución de los negocios.
Para Mantilla quedan cosas por resolver en lo que tiene que ver con los modelos simplificados, la auditoría integral y la revisoría fiscal.
«En relación con los modelos simplificados, la ley hace referencia a las micro-empresas. Al respecto, la práctica internacional es que este tipo de entidades no tengan la carga de someter sus estados financieros a auditoría independiente. En consecuencia, cualquier modelo que se implemente será una carga innecesaria en un contexto internacional.
Respecto a la auditoría integral, la Ley la precisa para «los casos en que hubiere que practicar sobre las operaciones de un mismo ente diferentes auditorías». Como lo muestra el estudio, hay diferencias de fondo alrededor de la «auditoría del control interno». En todo caso, esta decisión tendrá que hacerse para las entidades que participan en los mercados de capitales, con exigencias más sencillas para las otras entidades.
Lo que tiene que ver con la revisoría fiscal es más complicado, ya que la Ley no hizo referencia a su transformación. En consecuencia, las cosas siguen tal y como están. Habrá que analizar, entonces, la conveniencia de tener sistemas duales tan diferentes».
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