Siete de cada diez contadores públicos consultados piensan que este año sus ingresos no mejorarán debido al contexto inflacionario.
El 76,3 % de los contadores públicos encuestados en Buenos Aires afirmaron que la contaduría pública es una actividad mal remunerada.
Conoce más a continuación.
Navegando en la red encontramos un interesante artículo que expone la forma en que el poder adquisitivo de los contadores públicos de Buenos Aires, Argentina, se ha visto afectado debido al fenómeno de la alta inflación a nivel global.
La Fundación Economía y Sociedad –Fundecos–, de Argentina, realizó una encuesta donde determinó que nueve de cada diez contadores públicos de Buenos Aires afirmaron que los honorarios que están recibiendo se encuentran por debajo de la inflación; es decir, están siendo mal pagados.
Además, siete de cada diez contadores públicos consultados piensan que este año sus ingresos no mejorarán debido al contexto inflacionario.
Alejandro González, presidente de Fundecos, afirmó que «los resultados indican que los contadores públicos en Argentina tienen la percepción de que sus ingresos han disminuido respecto a la inflación, hasta un valor prácticamente absoluto de 93,8 %».
Para él, el dato es contundente y se agrava más al observar que el 72,8 % de los contadores públicos encuestados piensa que no logrará equiparar el aumento de sus futuros ingresos con el de los empleados de otros sectores económicos.
En conclusión, según las palabras de González, el 76,3 % de los contadores públicos encuestados en Buenos Aires afirmaron que la contaduría pública es una actividad mal remunerada.
Los contadores somos reservados, no hablamos de nuestros intereses personales y siempre estamos muy concentrados en los problemas de los clientes.
Norma Iacomucci, contadora pública y directora académica del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, explica que «los profesionales contables se sienten muy solos porque, a diferencia de los movimientos sociales o gremiales cuyos dirigentes trabajan por aumentar los ingresos de sus representados, solo el 2,5 % considera que el Estado lo ayuda».
Iacomucci señaló que sobre el rol de las agremiaciones contables, como entidades que protegen y ayudan a mejorar los ingresos de sus afiliados, los encuestados solo tuvieron una aceptación del 11,1 %. El 86,4 % de los contadores públicos consideran que se encuentran solos en la lucha por sostener sus ingresos.
Sin lugar a dudas, existe un malestar por parte de los profesionales contables, quienes, a pesar de tener ingresos, «estos no alcanzan para evitar una degradación del poder adquisitivo».
Por otra parte, el panorama no es alentador para los integrantes de una profesión que durante décadas se consideró un camino de ascenso social.
Fundecos ha advertido que el presente indica que el ser profesional no elimina el riesgo de caer en la pobreza. Frente a esto, los contadores y todos los profesionales de estas disciplinas están solos.