Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Se busca que tanto las NIIF para Pymes como las NIIF Plenas sean integrables, pero hay situaciones puntuales que lo impiden. Los usuarios de una son diferentes de los de la otra; tienen objetivos distintos, y los marcos normativos pretenden objetivos diferentes.
Muchos profesionales contables piensan que la NIIF para Pymes son una parte del conjunto de NIIF Plenas, pero realmente son marcos autónomos y estándares totalmente propios.
Cada uno tiene su propia dinámica para la actualización y contiene distintos temas relacionados con los aspectos que figuran dentro de los estándares. Lógicamente, la NIIF para Pymes se fundamenta y es un extracto o simplificación de las NIIF Plenas, pero eso no impide que estas últimas cuenten con su propia estructura.
El objetivo no está en que sean distantes; por el contrario, se trata de que sean integrables, pero tienen situaciones puntuales que las hacen diferentes, ya que los usuarios de la NIIF para Pymes son distintos de los usuarios de las NIIF Plenas.
Las NIIF Plenas están diseñadas especialmente para empresas que cotizan en bolsa o que deben dar información pública porque son de interés público; por tal motivo entidades de este tipo, como bancos, aseguradoras y fondos de pensiones necesitan informarle a la comunidad en qué se está invirtiendo su dinero.
Por tanto, tienen objetivos distintos y asimismo los marcos normativos pretenden objetivos diferentes. Si bien existen importantes similitudes no podemos negar que también haya diferencias, especialmente en cuanto a la información que hay que revelar relacionada con el volumen de notas a los Estados Financieros que deben entregar las empresas que aplican o que utilizan el marco conocido como las NIIF Plenas.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
