OIT estima que 152 millones de mujeres percibían el mínimo, o inclusive menos, antes de la pandemia.
Para la OIT, hay que promover un diálogo social amplio e informado, para alcanzar un pacto por las pensiones.
Consolidar y analizar el rol del piso de protección social para quienes devenguen menos de un salario mínimo.
Una reforma pensional debe ponderar la complementariedad entre el RPM y el RAIS.
En el transcurso del año anterior, 81 millones de personas salieron de la fuerza de trabajo a nivel mundial.
Según la OIT, consecuencias de la pandemia sobre el empleo provocarán una presión a la baja de los salarios en dos tercios de países.
El ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera y el director de la OIT, Guy Ryder, anunciaron el apoyo que brinda el organismo para la Misión de Empleo, creada para mejorar el desempeño del mercado laboral.
Por los rebrotes, el cierre de lugares de trabajo sigue afectando de forma negativa a los mercados de trabajo de todo el mundo.
Durante el segundo trimestre del año se perdieron 400 millones de empleos. Además, el 93 % de los trabajadores cuenta con restricciones laborales.
Si hoy se levantaran las restricciones, se prevé una disminución en la pérdida de horas de trabajo de 4,9 % (140 millones de empleos a tiempo completo).
Organización Internacional del Trabajo -OIT- ha dicho que este año será imposible recuperar el daño laboral ocasionado por la pandemia.
El 76 % de quienes trabajan informalmente en servicio doméstico pueden perder su empleo u horas de trabajo.
El 10 % de las personas que realizan trabajo doméstico están al amparo de la seguridad social.
Se les debe pagar prima hasta el 20 de diciembre de 2020, hasta en tres cuotas, como plazo máximo.
Crisis del COVID-19 está afectando a los jóvenes, particularmente a las mujeres, con mayor gravedad y rapidez que a cualquier otro grupo.
Coyunturas económicas complejas hacen que los jóvenes tengan dificultades para encontrar trabajo o lograr un empleo acorde con su nivel educativo.
Tres cuartas partes de los trabajadores informales, casi 1.600 millones de personas en el mundo, están en peligro de perder sus ingresos de subsistencia.
Jóvenes deberán afrontar un elevado índice de desempleo y son más vulnerables frente a la disminución de la demanda de mano de obra.
Trabajadores sin protección social, particularmente los cuenta propia, se verán afectados.
También las mujeres, por la labor que desarrollan en los sectores más afectados.