Para la Asobancaria, si se mantienen las presiones, la tasa de interés solo empezaría a ceder a finales del tercer trimestre del año, cerrando en 2023 en 9,5 %.
Crecimiento económico sería cercano al 1,5 %.
Volatilidad y depreciación del peso colombiano es una vulnerabilidad.
La normalización de la política monetaria, la persistencia de la inflación y la prolongación de la guerra entre Rusia y Ucrania son factores que, desde el punto de vista de la Asobancaria, han generado un deterioro en las expectativas de crecimiento y acrecentado los temores sobre la materialización de una estanflación en los países desarrollados.
Por lo anterior, como lo analiza la entidad en su informe semanal Banca & Economía, Desempeño de la economía durante 2022 y perspectivas para 2023: una coyuntura muy desafiante, la economía colombiana enfrentará repercusiones sobre el comportamiento de la inversión, especialmente sobre el sector externo.
De igual forma, ”el agotamiento del impulso fiscal y monetario a nivel local, la inflación por encima del rango meta y un posible deterioro del mercado laboral, llevará a que el consumo de los hogares, y por ende, que las actividades económicas se expandan a un menor ritmo».
Sin embargo, para la Asobancaria se destacan aspectos positivos que favorecerían a la economía:
Pero así como hay puntos que favorecen a la economía nacional, lo cierto es que esta enfrentaría varias vulnerabilidades, muchas asociadas a:
Según afirma esta entidad:
Esperamos que en enero la junta del Banco de la República haya terminado su ciclo alcista al llevar la tasa de referencia a niveles de 12,5 %, la cual se mantendría en el segundo trimestre del año.
En la segunda parte del año, y de la mano con que la inflación ceda, se esperan reducciones en la tasa de interés para hacer frente a la desaceleración económica.
De esta manera, la tasa de intervención podría cerrar en 2023 en 9,0 %. Sin embargo, «de mantenerse las presiones inflacionarias más de lo esperado, prevemos que la tasa de interés solo empezaría a ceder a finales del tercer trimestre del año, cerrando en 2023 en 9,5 %».
Con el escenario expuesto anteriormente, la Asobancaria prevé un crecimiento económico para nuestro país en 2023 cercano al 1,5 %.
El porcentaje está fundamentado en una desaceleración del consumo en el mundo que les seguiría a las restricciones de liquidez, a una inflación todavía alta y a la continuación de la Guerra entre Rusia y Ucrania, lo que evidenciarían claramente una menor dinámica al comparar con los últimos dos años. Según el informe:
Se prevé un aumento de tasas por parte de la FED, que acrecienta la probabilidad de una recesión en las economías grandes durante este año, por lo que uno de los riesgos latentes para el mercado sería el de caer en un escenario de estanflación.
Si bien los pronósticos de PIB están sujetos a estos riesgos, hasta el momento la Asobancaria considera que todos los componentes, tanto del lado de la demanda como de la oferta, con excepción de la minería, crecerían este año, aunque a ritmos por debajo del 3 %.
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