Para Daniel Sarmiento Pavas, la cadena de la profesión contable está rota porque arranca mal desde la formación. Además, al ingresar a ejercer también se notan falencias.
Hoy, cada vez es más difícil competir en el mercado, conseguir clientes y conservar tarifas competitivas.
Desde hace más de 30 años la profesión contable en Colombia ha tenido prácticamente el mismo marco regulatorio. Es decir, el contenido en la Ley 43 de 1990. Casi desde su emisión ha habido muchas críticas por considerar, como que presenta fallas en su estructura en aspectos como la gobernanza, los requerimientos del ejercicio, la supervisión y el régimen disciplinario, entre otros.
Recientemente, el Consejo Técnico de la Contaduría Pública –CTCP– socializó el texto de su propuesta para reformar la profesión contable en Colombia. Daniel Sarmiento Pavas, exconsejero del CTCP y experto contable acreditado por la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas, opinó sobre lo que nos presenta, y lo que no, este proyecto.
Recuerda que hace unos años el CTCP configuró unas mesas regionales y una mesa nacional para discutir la reforma a la ley, «con el objetivo de lograr una total democracia en todo este proceso, y lo hizo de abajo hacia arriba, lo que no debe ser así, sino al contrario. En consecuencia, el resultado no es el mejor», dice el Socio Director ACS Audit & Consulting Services SAS.
Al respecto, pone como ejemplo las Normas Internacionales, las cuales se construyen de arriba hacia abajo. «El IASB y el IFAC proponen un modelo y lo someten a discusión. El CTCP hizo este proceso al revés», afirma.
Sobre el proyecto, puntualmente dice que el CTCP consideró temas discutidos en la mesa nacional, como las definiciones, los derechos y los deberes de los contadores, pero el enfoque general es totalmente diferente.
Una cosa es el proyecto de ley y su configuración, otra la cadena de valor de la profesión:
Mi punto de vista es que toda la cadena de valor debe estar incluida dentro del proyecto de ley. Si algún eslabón no está, pues el proyecto queda cojo.
En estos momentos la regulación que tenemos no satisface esos requerimientos. Para él, hoy en la profesión se presenta una gran competencia, donde cada vez es más difícil rivalizar en el mercado, conseguir clientes y conservar tarifas competitivas:
Hay un exceso de oferta en la profesión y tenemos un desnivel profesional muy grande. Ante los mismos requerimientos legales, por un lado, se ven profesionales con un nivel de calidad al salir de la universidad, pero al otro lado ese nivel es diferente. Se nota una brecha en la calidad.
Dice que la gran mayoría de contadores que se gradúan salen con grandes falencias al mercado. Esa es la realidad. Prueba de esto es que, como empresario de la profesión, se busca en el mercado a una persona para que trabaje con uno y es complicado encontrarla, debido a que la gran mayoría no tiene el nivel de calidad necesario.
Sarmiento Pavas reitera que la cadena de la profesión está rota porque arranca mal desde la formación, y al ingresar a ejercer también se notan las falencias.
El siguiente eslabón en esta cadena, que es el de la supervisión, también está mal. La parte sancionatoria también presenta falencias, en parte porque la Junta Central de Contadores funciona como un tribunal que no recibe retribución económica y tiene la vida profesional de los contadores en sus manos.
Si a un contador público le ponen una sanción, por más pequeña que sea, eso ya es un inri en su hoja de vida, y prácticamente sale del mercado, a no ser que tenga contactos influyentes.
Para él, en cambio, si se ajustaran los anteriores eslabones expuestos, se tendría un modelo de formación acorde con las exigencias del mercado, una habilitación profesional y lo necesario para mantener los requerimientos que garanticen que este profesional sí se encuentra en condiciones de ejercer.
Se debe realizar un mantenimiento en el tiempo de su nivel de calidad, así como una labor preventiva sobre el nivel de calidad del ejercicio, lo que se logra con una adecuada prevención de tipo preventiva y no reactiva, como pasa actualmente.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
