Miguel Ángel García lamenta que exista una apatía por parte de los contadores públicos a la hora de discutir temas como la reforma a la profesión contable.
Actualmente, en su opinión, se ven procesos sancionatorios muy injustos donde el contador público pierde credibilidad sobre sus conductas éticas.
Conoce más al respecto.
Miguel Ángel García López, presidente de la Asociación Centro de Estudios Grupo de los 100, agremiación de contadores públicos, comenta en Actualícese su punto de vista sobre las más recientes discusiones que se han dado en torno al proyecto de reforma de la profesión contable.
Afirma que desde hace años se viene luchando contra la apatía que los contadores públicos tienen sobre este tipo de temas. «No tenemos una masiva asistencia y participación para debatir estos temas», dice este contador público, especialista en Impuestos, Análisis Financiero e Internacionalización de la Economía.
Sobre el proceso que se realizó y que busca modernizar la profesión contable colombiana, destaca que el CTCP hizo una convocatoria nacional para conformar los comités regionales y nacionales. Sin embargo, el problema que se presentó es que hubo poca participación. «Hay que ser justos con este asunto».
Cree que muchos de los profesionales contables que participaron no quedaron satisfechos con cómo quedó la propuesta. Eso es normal en este tipo de procesos:
Hubo discusiones, personas con gran sabiduría y conocimientos, que participaron y le pusieron el alma al tema, hasta que salió el proyecto que llegó a las manos del CTCP.
Dice que necesitamos una profesión que no se desgaste en posiciones ideológicas que nos separen. Todo lo contrario:
El contador es un profesional idóneo que debe aportar y participar activamente en todas las instancias que lo requiere el país.
Sobre el tema de las tarifas y honorarios del contador público, tan polémico y comentado con el paso de los años, él comenta que nunca ha estado de acuerdo con una tabla que las maneje, «porque los contadores públicos estamos muy desvalorizados, especialmente en las zonas lejanas del país».
Recuerdo que hace años, al discutir este tema, cuando se estaba gestando la Ley 43 de 1990, un profesor decía que no se podía pelear con las grandes firmas, sino que se debe competir con calidad de trabajo.
Por lo anterior, es imperativo estar constantemente actualizados, pues el profesional contable no se puede quedar rezagado; de la mano de un continuo crecimiento profesional se puede ser competitivo y cobrar lo justo.
García López opina que a la profesión se le deberían entregar los mismos recursos que recibe como, por ejemplo, el dinero que se entrega a la Junta Central de Contadores –JCC– para que estos sean administrados responsablemente.
También menciona destaca que es saludable que se haya incluido en el proyecto el tema de la segunda instancia.
Actualmente se ven procesos sancionatorios muy injustos, donde el contador público lleva las de perder. No es necesario llegar hasta esas instancias, para eso existen los procesos conciliatorios.
García López afirma que actualmente existe un buen clima entre las partes para conciliar el proyecto de reforma a la profesión contable. Explica que la idea es entregar un texto conciliado, por lo que seguramente habrá propuestas que cambiarán.
Para él, lo más probable es que este año no se radique el proyecto de ley porque hay textos como el de la reforma a la salud, laboral y pensional, que son prioritarios para el Gobierno nacional.
Si se presenta la anterior situación, se contará con más tiempo para seguir discutiendo y haciendo ajustes sobre lo que se tiene en estos momentos.