Los programas de contaduría pública deben implementar contenidos que en otras latitudes se enseñan y realizar alianzas culturales.
Es tiempo de que las instituciones educativas apliquen los estándares de educación contable de la IFAC.
El programa de Contaduría Pública de la Universidad del Magdalena va por buen camino.
Los procesos de internacionalización en la educación superior y de los programas de contaduría pública comprenden una variedad de complejos compromisos institucionales a cargo de las universidades.
Ante esto, la Internacionalización en Casa –IeC– se presenta como un mecanismo alternativo para las instituciones que inician procesos de implementación de este fenómeno, pues dentro de sus posibilidades está la inclusión de contenidos globales en los currículos de los programas que ofertan.
Jimmy Jay Bolaño Tarrá, consejero y presidente del Consejo Técnico de la Contaduría Pública –CTCP–, en su artículo Educación contable y reformas curriculares: una propuesta desde la internacionalización en casa, publicado en el volumen 23 de la revista Cuadernos de Contabilidad, de la Pontificia Universidad Javeriana, profundiza en este tema aplicado en Colombia.
Tal es el caso del programa de Contaduría de la Universidad del Magdalena, en el que ofrece un plan de estudios cuyo eje de profesionalización presenta un potencial de reforma bajo los estándares de educación contable –IES, por sus siglas en inglés– de IFAC.
En el artículo se hace un recorrido conceptual donde se propone que las instituciones educativas inicien una evaluación curricular para adaptar los contenidos de los IES de IFAC, considerados como las mejores prácticas de enseñanza contable a nivel mundial.
Esto resulta posible, pues los procesos curriculares, sean estos de formulación, evaluación o reforma, constituyen momentos institucionales propicios para replantear el norte pedagógico de los procesos formativos que estas llevan a cabo al interior de sus aulas.
Entre las principales conclusiones que destaca el documento están que los diseños curriculares en los programas de contaduría pública, si se someten a procesos de internacionalización mediante la IES 2 de IFAC, permitirían la formación de profesionales de talla mundial.
Por otra parte:
Las reformas curriculares en las instituciones de educación superior reflejan su idiosincrasia formativa y, por lo tanto, requieren de intervenciones en los procesos de enseñanza-aprendizaje para evitar su caducidad pedagógica.
Esta labor toma una mayor relevancia frente a los actuales fenómenos del conocimiento, producidos por la dinámica de internacionalización, donde el aporte de los docentes universitarios resulta indispensable.
Según la publicación:
Los procesos curriculares sirven para obtener definiciones claras sobre los aspectos formativos de los estudiantes, las metodologías de enseñanza-aprendizaje y los recursos de apoyo académico con que se cuenta.
Por lo anterior, las instituciones logran estar a la altura de las exigencias vigentes en materia formativa, siempre y cuando cuenten con comités curriculares en los que se generen valoraciones, seguimientos y monitoreo a los resultados de aprendizaje.
Frente a este tema, hay que recordar que los IES de IFAC contemplan parámetros para tres momentos de la formación:
Procurar aprendizajes significativos en los modelos de educación contable implicará ajustar sus procesos pedagógicos a la pertinencia exigida desde la internacionalización, que, en este caso de estudio, procura por la inclusión de contenidos curriculares basados en elementos TIC de utilidad contable.
Dentro de los retos curriculares de los programas de Contaduría Pública de Colombia, muy poco se resalta la evaluación de estos con miras a una actualización de internacionalización de currículos.
Un ejemplo de ello es el plan de estudios del programa de Contaduría Pública de la Universidad Nacional de Colombia, cuyo Informe de autoevaluación 2012-2016 (2018) indica que sus procesos de internacionalización se reducen a enunciar la importancia de este, mediante la creación de una optativa denominada “Internacionalización de la empresa”.
Implementar contenidos que en otras latitudes se enseñan y realizar alianzas culturales como actividades extracurriculares, constituyen recetas iniciales para internacionalizar la educación superior desde el mismo campus, logrando con ello pasar a la acción desde la IeC.
En el caso colombiano, estudios indican que la IeC apunta a ser una alternativa dentro de las políticas educativas locales, abriendo paso a la generación de perfiles profesionales con vocación internacional.
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