Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
En este editorial utilizaremos el caso de una Pyme dedicada al cultivo y cosecha de café, la cual posee 300 mulas para transporte y 8 perros para el cuidado de los linderos, para destacar algunas diferencias de los activos y la respectiva clasificación de los mismos.
A continuación, se brindará respuesta a la siguiente pregunta: Una Pyme dedicada al cultivo y cosecha de café, que posee 300 mulas para transporte, y 8 perros para el cuidado de los linderos –pues está en una zona de alta inseguridad–, ¿puede considerar estos recursos como activos biológicos?
Con el fin de responder a la pregunta planteada en el caso anterior, debemos recordar que según el glosario de los Estándares Internacionales todo animal vivo o planta cumple –en esencia– con la característica de un activo biológico, y en tal sentido tanto los perros y las mulas, como el cafetal presentados en el caso hipotético cumplen con la definición de activo biológico. Ahora bien, aun luego de tener clara dicha definición y de entender que tanto animales como plantas hacen parte de la clasificación que venimos tratando, vale la pena aclarar que a pesar de que el activo cumpla con la definición, no necesariamente está dentro del alcance de los requerimientos establecidos para los activos biológicos, ya que, para tal fin se debe también evaluar la naturaleza y utilidad que se le dé al activo.
Como consecuencia de lo anterior, y atendiendo a los dos aspectos restantes de la clasificación, es decir, la naturaleza y la utilidad del activo, por sus condiciones específicas el terreno se clasifica como propiedad, planta y equipo de la empresa, aunque se utilice para desarrollar allí una actividad agrícola; las plantas productoras de café (cafetal) se clasificarán como activo biológico, pues sobre ellas sí se ejecuta la actividad agrícola. Por otra parte, el café extraído del cafetal, como producto agrícola, pasa a ser inmediatamente parte del inventario de la empresa ya que no se utilizará en un proceso agrícola, sino de comercio.
Por último, teniendo en cuenta las condiciones para reconocer activos de acuerdo a la NIC 41 y la sección 34, tanto los perros como las mulas del ejemplo se reconocen como propiedades planta y equipo. No se deben clasificar como activos biológicos en el alcance de la sección 34, pues no se tienen para transformarlos, venderlos ni obtener de ellos otros activos biológicos, en lugar de lo anterior, cumplen funciones de apoyo a la operación de la empresa.
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