Esteban Correa explica que la contabilidad del carbono busca la transición a un mundo sin carbono, lo que se conoce como el capitalismo descarbonizado.
Los Estándares Internacionales de Sostenibilidad obligan a algunas organizaciones a contabilizar el carbono.
Más detalles a continuación.
Esteban Correa García, contador público, director del Observatorio de Desarrollo Sostenible de la Universidad Los Libertadores, explica que la contabilidad del carbono es una técnica de la contabilidad ambiental que se encarga de medir, valorar, registrar y revelar la información relacionada con las emisiones del carbono.
No es una contabilidad nueva, sino una rama de la contabilidad ambiental, y es urgente asumirla y entenderla.
Correa García destaca la definición que entrega Eutimio Mejía sobre qué es la contabilidad. Se trata de una ciencia social aplicada, cuyo objeto es el estudio de la «riqueza controlada» dentro de las organizaciones.
Al hablar de los tipos de riqueza en una empresa encontramos: la riqueza económica y la sociocultural y ecológica. Mientras en la riqueza económica se le apunta a la contabilidad financiera, en la riqueza sociocultural y ecológica se le apunta a la contabilidad socioambiental.
Un punto que destaca este contador público, investigador en ciencias ambientales, sobre este tema es la transición a un mundo sin carbono, lo que se conoce como el capitalismo descarbonizado.
Al respecto, el presidente Gustavo Petro, en el pasado Foro Económico Mundial de Davos, dijo que los empresarios deben pensar en este capitalismo debido a la crisis climática por la cual está pasando el planeta.
El capitalismo descarbonizado tendría que reconstruir el poder planificador de las naciones articulado a una planificación multilateral y global de la transición. Además, este es un tema que se ha convertido en una necesidad para la humanidad. También es importante porque ya es una obligación:
Ya hay una regulación contable aprobada por el IFRS. Se trata de los Estándares Internacionales de Sostenibilidad, los cuales obligan a algunas organizaciones a contabilizar el carbono.
Desde la Junta Internacional de Normas de Sostenibilidad –ISSB–, se busca desarrollar unas normas únicas aplicadas globalmente sobre sostenibilidad alineadas a las Normas Internacionales de Información Financiera.
Estas normas estarán dirigidas a los objetivos de los inversionistas para los mercados de capitales. Se diseñarán informes empresariales con información financiera y no financiera que midan y reconozcan el desempeño e impacto financiero de los asuntos de sostenibilidad en el desempeño esperado por los stakeholders.
Para Correa García, los contadores públicos que comiencen a empaparse en este tema obtendrán ventajas sobre los demás y de esta forma podrían capitalizar negocios. Por lo anterior, deberían empezar a estudiar cómo se hacen estos informes de sostenibilidad.
Sin embargo, el contador público que le interese este tema no va a encontrar especializaciones en contabilidad ambiental en Colombia porque no las hay. «No hay ninguna universidad en el país que la tenga», puntualiza.
Ya es tiempo de que las universidades en sus programas de estudio incluyan la contabilidad ambiental como una asignatura obligatoria, pero no como una electiva. Lo anterior teniendo en cuenta las nuevas directrices de los Estándares Internacionales. Debe ser parte de la formación del contador público.
Destaca que este es un tema que ya comienza a hacer muy demandado en el gremio contable y seguramente la universidad que decida abrirlo contará con muchos contadores interesados en el tema.
Correa García invita a los profesionales contables que estén interesados en este tema a unirse a la Red de Investigación y Contabilidad Ambiental. Aquí se realizan cursos de contabilidad ambiental. De la mano de la Universidad Cooperativa de Colombia, el año pasado se graduaron 80 personas con conocimientos en estos temas.