Mariam Bermúdez explica el impacto existente del trabajo a distancia en lo concerniente a las tareas de los auditores internos y el efecto de los modelos remoto o híbrido en la cultura organizacional.
Las empresas deben valorar las desventajas que existen cuando el personal trabaja desde casa.
La Confederación Europea de institutos de auditores internos -ECIIA1- emitió recientemente el 2022 Risk in Focus – Hot topics for internal auditors donde hace referencia a los nuevos retos e incertidumbres que los auditores internos enfrentan, a raíz de los efectos de la pandemia.
«El COVID-19 ha desestabilizado las operaciones y la mano de obra, interrumpido la oferta y la demanda, socavando los modelos comerciales, previamente sólidos, en una medida que pocos hubieran creído posible. Los auditores deben estar atento a esto», afirma Mariam Bermúdez, gerente de auditoría de Russell Bedford Costa Rica, en #ConferenciasActualícese.
Explica que las disrupciones en la fuerza y el mercado laboral han tenido implicaciones para la cultura organizacional. Los gerentes han tenido y continúan haciéndolo, desarrollar una visión clara para el futuro de sus empresas, así como reincorporar valores fundamentales en medio de la transición a modelos operativos remotos y/o híbridos que equilibren los procesos laborales.
«Las organizaciones se enfrentan a reconciliar las cambiantes expectativas laborales y las nuevas aspiraciones del personal existente y entrante con sus estrategias y misión corporativa, pues el nuevo entorno de trabajo en el hogar ha entregado algunos beneficios inesperados», dice en su exposición.
Bermudez advierte que las empresas pueden estar pasando por alto riesgos que son menos simples de medir. Entrevistas a directores ejecutivos de auditoría realizadas en el Risk in Focus presentan opiniones sobre el impacto que tiene el trabajo a distancia y el efecto que los modelos remoto o híbrido en la cultura organizacional, independientemente de los beneficios de productividad.
«La falta de interacción social entre los colegas puede estar erosionando la cohesión del equipo y la cultura organizacional. El personal puede estar perdiendo su sentido de pertenencia», afirma.
Aunque las herramientas de colaboración en línea y los diversos software han permitido mantener las operaciones de las organizaciones, conectando virtualmente a las personas, para esta auditora no hay sustituto para la interacción en persona.
«Una reunión presencial fomenta la creatividad, el intercambio abierto de ideas para la resolución de problemas en equipo, manteniendo viva la cultura de la organización. Si las personas se sienten menos conectadas con sus compañeros y no pueden ver claramente cómo su trabajo contribuye al bien de la empresa, podría empezar a desviarse», opina.
La desvinculación tiene el potencial de aumentar el fraude y otras malas conductas, ya que los trabajadores pierden su sentido de lealtad y anteponen sus propios intereses a los de la empresa, lo que puede verse agravado por supervisión limitada de la dirección y podría resultar en el debilitamiento de los controles internos, aumentando la probabilidad de comportamiento indeseable.Puede ser muy pronto para que la auditoría interna realice evaluaciones formales de la eficacia del comportamiento y cómo el riesgo cultural está siendo gestionado, dada la volatilidad de la situación actual.
«Si las empresas pretenden cambiar permanentemente las jornadas laborales hacia modelos de trabajo híbridos se necesita entender el impacto actual sobre la productividad, la innovación, el riesgo y los controles, esto para establecer una estrategia que integre la evaluación de cualquier debilitamiento moral del personal, la motivación y la salud cultural general de la empresa», advierte Bermúdez.
Para ella, a estas alturas los gerentes ya deberían tener una idea de cómo sus organizaciones hicieron frente a la crisis y si existen deficiencias en algún aspecto que tenga que ver con el desempeño del personal.
Bermúdez afirma que hoy se deben valorar las desventajas que existen para las empresas cuando el personal trabaja desde casa, como lo son:
«Estas circunstancias generan mayores dificultades para profundizar las investigaciones y seguir la trazabilidad en el proceso de auditoría. Los auditores debemos ser audaces. Si la auditoría y los comités pretenden concentrarse en áreas tradicionales de riesgo, el negocio no se está dando cuenta de todo el potencial de la auditoría», recalca.
En los casos anteriores, los directores ejecutivos de auditoría deben hacer retroceder y educar a las partes interesadas, instándolas a evaluar temas de riesgo que emergen rápidamente.