Más de la mitad de los trabajadores que trabajan en plataformas digitales tienen solo el bachillerato y menos de un cuarto tienen un título universitario.
Trabajan menos horas que aquellos con perfiles similares en otras actividades.
Migrantes se dedican más a actividades de domicilio y mensajería.
La mala remuneración en algunos puestos de trabajo y las pobres condiciones laborales por las que pasan algunos trabajadores son algunas de las razones para que los colombianos encuentren en las plataformas digitales una alternativa en el mercado laboral.
Debido a la alta informalidad laboral que presenta el país y la penetración creciente del trabajo vía plataformas, es importante encontrar una solución que facilite la formalización de estos trabajadores para que no queden excluidos de los beneficios de la seguridad social y, por ende, desprotegidos frente a varios riesgos laborales.
La anterior recomendación la realiza la Cepal en su informe El trabajo intermediado por plataformas en Colombia, en el que plantea que existe una brecha entre las remuneraciones promedio generadas por los servicios de reparto a domicilio y mensajería, y los de movilidad, lo que desde el punto de vista de la publicación podría explicarse por la menor inversión que requieren las dos primeras actividades en comparación con el sector de movilidad.
En lo concerniente a la escolaridad de quienes trabajan a través de plataformas digitales, más de la mitad de los trabajadores tienen solo el bachillerato y menos de un cuarto tienen un título universitario, con una brecha relativamente importante entre los trabajadores que se dedican al sector de la movilidad y los de los sectores de reparto a domicilio y mensajería; los últimos siendo en promedio menos educados que los primeros. Según el informe:
Esta brecha puede explicar también los ingresos un poco más altos de los empleados de las plataformas de movilidad, pues los que tienen una mayor educación deben tener más oportunidades afuera.
Finalmente, los migrantes se dedican más a las actividades de domicilio y mensajería, seguramente porque son actividades que requieren una menor inversión y tienen en general menos requisitos en relación con permisos de trabajo y estatus legal en el país que otros empleos.
El informe de la Cepal plantea que, si bien los trabajadores de las plataformas ganan mensualmente en promedio menos que los trabajadores más parecidos dedicados a actividades profesionales por fuera de las plataformas, la remuneración por hora tiende a ser mayor para los trabajadores de las plataformas:
Esto significa que los trabajadores de las plataformas trabajan menos horas que aquellos con perfiles similares en otras actividades, pero no se puede determinar si es algo voluntario por parte de estos trabajadores y relacionado con la mayor flexibilidad que ha podido motivar la elección de estos trabajos, o si, por el contrario, es algo más bien impuesto por las plataformas o por la demanda que estas enfrentan.
En cuanto a la informalidad laboral, como los colaboradores de las plataformas son independientes, dados sus niveles de ingresos, la informalidad es alta.
Sin embargo, comparando con trabajadores independientes no vinculados a plataformas, la informalidad es algo inferior, lo que significa que la informalidad no es un problema de las plataformas per se, sino que es inherente al estatuto de sus trabajadores; por un lado y por el otro está relacionado con los niveles de remuneración obtenidos con las plataformas.
Finalmente, quienes trabajan a través de plataformas reportan un alto nivel de satisfacción. Afirman que, en promedio, necesitarían recibir 1,8 veces lo que ganan con las plataformas para trabajar con otros tipos de empresas. Los trabajadores las escogen por la flexibilidad que permiten.
Si bien muchos de los trabajadores que prestan sus servicios a las plataformas no se estarían dedicando a una actividad profesional formal de otra forma, no es una razón para no buscar su formalización.
El trabajo a través de plataformas llegó para quedarse y crecerá a futuro. Estas plataformas permiten la generación de ingresos para una parte de la población activa que no tendría otras oportunidades luego de haber perdido su empleo y que se encontrarían en una peor situación económica sin la presencia de estas plataformas.
Las oportunidades laborales que ofrecen las plataformas pueden constituir un salvavidas para que personas desempleadas no caigan en situaciones de pobreza. La otra arista es que, en algunos casos, a medida en que la situación económica se deteriora, las plataformas que tienen poder de mercado tienden a quedarse con las rentas económicas del negocio.
La consecuencia es que las plataformas se aprovechan de la ausencia de oportunidades laborales de una parte de la población activa para minimizar lo que pagan y ofrecer condiciones de trabajo precarias.